top of page

Xabier Etxebarria

 

Arte o no. Una exposición con este sugerente nombre fue el casual punto de encuentro con Xabier, de esto hace algún tiempo y si entonces supimos que no podíamos dejar escapar la oportunidad de entrevistar a este hombre, ahora sabemos que gracias a la entrevista ganamos un amigo.

 Personajes como este rompen todos los cánones establecidos. Vasco de nacimiento, catalán en adopción y ciudadano del mundo con mayúsculas, tal vez sea de las personas más singulares que uno se pueda encontrar en una vida. A Xabier le puede hacer singular las actividades que procesa, como haber viajado por medio mundo con la única compañía de una cámara de fotos y una mochila, o el tener guardado en su casa tal cantidad de documentación que para si quisiera alguna biblioteca, pero lo que más singular le hace sin duda es su filosofía de vida y su hambre de conocimiento. Aquel niño que recortaba noticias del periódico, preserva el espíritu para seguir haciéndolo una vez jubilado.

Se confiesa taoísta, una forma de vida que nos queda bien lejos. Tal vez por eso proyecta una imagen  parecida a la de un monje tibetano, su amabilidad, la perennidad de su sonrisa, esa visión completamente alejada del consumismo, su talante solidario e implicación social,… creemos que encontrar sentimientos malvados en la persona de Xabier sería parejo a encontrar la aguja en el pajar.

 

Yo siempre digo que soy complicado. Yo vine con cinco años aquí a Balmaseda y hubo una cosa que me marcó muchísimo que fue la educación, porque en aquella época no había maestros. Primero fui a la escuela de la Herrera con Paco  un personaje muy majo y que enseñaba muy bien, pero el hombre decía que más no podía. Recuerdo los dictados,  era una persona muy cuidadosa con la letra.

Luego vine a Balmaseda con José Lazpita, el famoso cura que estuvo aquí muchos años dando latín,  griego y  francés. Ya con 13 años después de muchas vueltas conseguí ir a Bilbao a los Jesuitas.

Tenías esa inquietud, siempre has tenido ganas de aprender.

Yo recuerdo que le robaba el periódico a mi padre cuando llegaba a casa. Y eso me ha quedado, soy de los que lee cinco y seis diarios al día.

¿En formato antiguo?

Sí, en papel. Después de leer en papel suelo ir a internet a sacar algún artículo, pero no es lo mismo. Yo tengo un archivo de papel bestial, porque desde pequeño siempre he recogido artículos, que me daban pistas sobre todo. El periódico te da pistas.

Conseguir ir a los Jesuitas tampoco fue ninguna maravilla. La verdad es que me acuerdo de muy pocos profesores buenos. Luego comencé a estudiar ya Arquitectura en Bilbao, también muy mal, fatal. Íbamos a Barcelona a examinarnos y nos daban unos peñazos terribles, porque no tenía nada que ver lo que hacíamos aquí con lo que nos preguntaban allí. De hecho todos los de Bilbao acababan yéndose a vivir a Barcelona, a vivir para estudiar. A mi padre no le gustaba mucho la idea porque quería tener a todos los hijos cerca, así que yo casi me escapé. Conseguí ir a la mili y ya con esa excusa me quedé. Era la época hippie además, coincidió con los años 70.

Llegué a Barcelona con lo puesto y comencé a estudiar. Eso sí, he sido muy ordenado, la cabeza quiero decir. Si quería alguna cosa lo apuntaba en una libreta, que todavía conservo, y decía: -¡ya lo haré! Cuando fui a Barcelona hacía el año 73 me quedaba una asignatura para poder aprobar primero y poder seguir, que era dibujo, y ya me puse solo a ello, porque  no quería dispersarme con más cosas. Me dediqué exclusivamente a la asignatura de dibujo y a partir de ahí fue otra historia, ya empecé a estudiar en serio y conseguí trabajillos por allí en Barcelona.

¿Cómo conseguías buscarte la vida?

En el año 73 Barcelona estaba muy bien, de hecho empecé a trabajar haciendo las autopistas de Lleida, en una ingeniería. Trabajaba por las noches, haciendo mediciones y trabajos de ese tipo. En aquella época entre el 70 y el 80 había trabajo. Trabajo normal, no era el boom de hace unos años, si no que era algo normal, más constante. Yo acabé en el 77 y ya tenía trabajo.

Todos nos colocábamos, todos los que acabábamos. Luego con unos compañeros que también acabaron la carrera montamos una especie de cooperativa, nadábamos en la marginalidad legal, lo que hacíamos era asesoría, teníamos un abogado laboralista. Era la época de la transición y ya en la  universidad tuvimos nuestros más y nuestros menos. Era una cooperativa muy politizada y defendíamos a los trabajadores de Barcelona. Fuimos de los primeros que tuvimos un despacho para que las mujeres tuvieran asesoría en el tema de la separación. Luego estábamos varios arquitectos y aparejadores que hacíamos asesoría de los vecinos, en los temas de calles, jardines, etc.,  sobre todo en la zona del norte de Barcelona, Badalona,…

¿Ese era vuestro modus vivendi?

Sí, sí, justito pero felices. Peleábamos mucho y fue interesante, hasta que con la transición eso se normalizó un  poco y ese tipo de trabajos no funcionaban. Éramos unos técnicos que estábamos muy por la democratización y casi todos nos fuimos colocando en ayuntamientos, que empezaban  a organizarse y no tenían servicios técnicos. Tenían un arquitecto que iba  por allí una vez a la semana,  los servicios eran muy malos y corruptos.  Nosotros llegamos y empezamos a montar equipos técnicos fijos, con un programa y con unos planes de trabajo  serios. Otros compañeros  se movieron por la rama de la educación que les gustaba mucho, yo no.

 ¿Fuiste a caer en un ayuntamiento también?

Sí, después de la cooperativa que fue por los años 80, estudié geografía, antropología que siempre me había gustado mucho y filosofía. Luego comencé a trabajar en varios ayuntamientos diferentes que me llamaban para montar equipos y cosas de estas. Trabajé con un programa de cooperativas de construcción, en Blanes, me llamaron para montar el equipo técnico que no tenían. Luego en la zona del Valles estuve varios años y después en el ayuntamiento de Montcada i Reixac que es donde más años he estado, está a la entrada de Barcelona. Ahí he estado varios años, no tanto como funcionario, sino  a pie de obra. A mí me gustaba más que el papeleo, lo que era servicio, obras, mantenimiento de edificios. Me ha gustado porque estábamos en la calle, teníamos colegios, manteníamos auditorios, las bibliotecas, el propio ayuntamiento y los servicios. Todo lo que eran las aceras, los puentes,… Desde el punto de vista profesional era muy entretenido. A parte de esto a nivel profesional, a mi me gustaba viajar y la verdad es que he viajado bastante.

¿De la actividad profesional ya te has jubilado?

Sí, ahora ya estoy jubilado. El año pasado me jubilaron.

Dices me jubilaron. Entendemos que por ti hubieses seguido.

Bueno…Yo creo que el tema de la jubilación es más una cosa mental que física. Cuando estas ya preparado para que te jubilen pues ya desconectas bastante, llega otra persona y  ves que allí ya no pintas nada, pero  yo quiero decir que a mi me gustaba el trabajo. No puedo decir como otra gente que está deseando que llegue el día de jubilarse. A mí me ha gustado bastante, porque además tenía mucho trato con la gente, con la directora de las escuelas, con el jefe se estudios, con el de gimnasia, siempre te pedían cosas y era muy interesante. Ibas por ejemplo a la biblioteca y los problemas de allí no tenían nada que ver con los del alcantarillado por ejemplo, entonces en ese aspecto profesional he disfrutado mucho y he aprendido mucho. Guardo muy buen recuerdo de la gente y la gente me quiere mucho. He estado 20 años.

¿Vives allí también?

No, no vivo allí. Yo vivo en Barcelona pero bueno está al lado, a 10 minutos nada más. Hay tren además.

Dejando a un lado el tema profesional ¿De dónde te vienen las inquietudes culturales?

Desde pequeño me interesó la Antropología, cuando hablábamos de la educación, lo único que teníamos era la Espasa. El periódico y la Espasa era lo que nos guió. La Espasa nos dio la vida. Yo la cogía de pequeño y ahí salía de todo. La parte más artística también me viene de ahí, recuerdo las  ilustraciones que aparecían, en blanco y negro, bastante malas porque ya era antiguo, pero sobre todo las fotos que salían del arte griego,  del bronce. El bronce siempre ha sido un material que me ha llamado mucho la atención, el brillo, la textura que tiene siempre me ha gustado mucho, ahora siempre ando buscando esos brillos y esas cosas.

 La fotografía, como mi padre también hacía fotografía aunque no era profesional, pues siempre lo he tenido cercano. Siempre me ha gustado. Hice un viaje a Perú en el año 77, en el que conseguí estar cuarenta y tantos días. Fue un viaje muy interesante y creo que allí conseguí las mejores fotos de mi vida, en diapositiva, porque siempre trabajaba en diapositiva.

¿Has viajado mucho?

Europa lo he recorrido entero. En Barcelona tenia un amigo, fotógrafo profesional, que se dedicaba a publicidad. Hacía cosas de boda, video. Y con él y otro amigo nos fuimos a La Camarga a hacer fotografías estuvimos un mes y pico por ahí, por Arles. Siempre había hecho la fotografía pero sin la idea aquella de artista, algo te gustaba y ya estaba. Después estuve en Islandia que también es muy interesante. Yo los viajes los he planteado no tanto turísticos, sino  por la parte cultural, la parte humana me ha interesado más que lo que es propiamente el paisaje. El paisaje está bien pero ya hay en el National Geographic, cosas maravillosas, pero a nivel personal me ha gustado más el estar con gente.

¿Has conseguido mezclarte con la gente?

Sí, de hecho los viajes siempre los he hecho con víveres, mochila y a lo que saliera. Por ejemplo a Perú fui con una amiga, ella trabajaba en un colegio de Agustinas y conocíamos de una colonia en el Amazonas, una misión en un pueblillo. Cogimos una lancha motora, tiramos todo el día en la barca y conseguimos llegar al pueblo aquel y estuvimos una semana con la gente del Amazonas. Luego me recorrí toda Europa. En Finlandia he estado tres veces, en Alemania no tanto, hace poco estuve en Alemania porque cada cinco años hacen  una feria de arte en Kassel, que es una cosa que a mí me gusta mucho. Kassel  es un pueblo en el norte que cada cinco años hace una feria de arte bestial, lo hacen todo el año. En el 2012 coincidió la feria y yo que llevaba unos años detrás de ello y conseguí ir. Fui en coche tranquilamente, porque ya estaba jubilado y me hacía mucha ilusión ir a Weimar, el pueblo de la Republica de Weimar, precioso, muy bonito, chiquitín. Es una historia también curiosa la de la República de Weimar. Históricamente esa formación de Europa, me interesaba mucho por el tema  de la sociología, por cómo se llegó a formar el Nacional Socialismo. También las respuestas por parte de las democracias occidentales, todo este tema me había interesado bastante y me hacía ilusión conocerlo. Luego fuimos a Leipzig que es una ciudad muy maja, ahí ha nacido Leibniz el matemático, Wagner el compositor, estuvo Bach el músico mucho tiempo. Tiene una historia tremenda.

 Luego también un tema que me ha interesado pero de una manera más espiritual, es el taoísmo chino y por ello viajé a China. Fui con otros amigos. Estuvo bien, pero en China es más complicado hablar con la gente. No te puedes ir a cualquier sitio y empezar a hablar, porque no compartes ningún idioma. A lo mejor si vas a una biblioteca o a algún museo sí que saben hablar algo de inglés. Luego seguí y me fui a Vietnam y eso si que me encantó, organicé el viaje pero me fui casi de mochila, porque tengo  un amigo allí en Cataluña que  era profesor en la escuela de agrónomos y además  de familia de campesinos. Tenía tierras en el norte de Cataluña y era un hombre que conocía muy bien el campo.

Cuando viajas si vas a una ciudad como París es bonito pero a mí siempre me ha gustado el ver cómo vive la gente. Cuando vas a Francia por ejemplo pasas por la zona central que hay un tipo de agricultura que es completamente diferente a la que hay en Normandía que es más frio. Ir con él fue fantástico, porque conocía muy bien el campo, además allí encontramos un guía que a parte de hablar español, conocía el campo porque había trabajado en Cuba en temas agrícolas. Entonces íbamos a ver cultivos de soja o de otro tipo.  

Hay que recordar que hasta los años 70 fue la guerra del Vietnam. Me encontré unas personas felices, con una alegría interior terrible y encantadoras, a parte de que se reían eran abiertas, así como en china no había manera, aquí hablaban un poco de ingles y también francés, que es una cosa que me llamo la atención, pero incluso por signos la gente te explicaba los tipos de pescado o la fruta cuando ibas a los mercados.

 Viven mucho de la agricultura, allí prácticamente carretera no hay y viven de los ríos. Las casas de hecho tienen su entrada principal hacia el rio. Yo tengo un proyecto de fotografía que es las partes de atrás de los ríos. Normalmente en Europa estamos acostumbrados, quitando Ámsterdam, a que la casa esté orientada hacia el otro lado del rio. En cambio en Vietnam es al revés, la parte delantera es la que da al rio. Viven de la pesca, del comercio,  para ellos son las autopistas, es lo más barato. Allí disfruté muchísimo. Estuvimos 20 días en Navidades, fuera de época de turismo y fue muy bonito.

Al año siguiente fui a Corea que es un pueblo muy curioso, porque está como a medias entre China y Japón, no llega a ser Japón ni a ser China, pero yo creo que tienen una cultura muy desarrollada desde el punto de vista tradicional. Íbamos buscando las casas antiguas que alquilan, en el sur. La gente muy maja también, muy abierta. Hablan más inglés y se podía hablar con ellos. También fuimos por libre, utilizando los autobuses públicos, tardan más pero el viaje es mucho más agradecido.  Vas en el transporte público y siempre hay alguien que chapurrea algo o algún chaval que ve la cámara de fotos y te pregunta algo, entonces es la escusa para hablar.

 Estuvimos en un monasterio, allí la religión mayoritaria es la budista, pero es diferente que el budismo que estamos acostumbrados a ver en el Tíbet, con el Dalai Lama. Las iglesias están mayoritariamente en el campo, son jardines, con escenificaciones y una construcción muy similar a la china de  la época de 1200 o 1300. Estuvimos en uno que había la posibilidad de quedarse adormir, haciendo la vida que ellos hacían allí, por experimentar el tipo de vida de levantarse a las cuatro de la mañana, hacer yoga y cosas así y bien estuvimos un par de días perdidos por allí en el monte. Luego estuvimos por la montaña porque quería ver arrozales. Lo que pasa es que en esos sitios tienes que esperar a que llegue el autobús público. Lo que aprendimos fue que lo primero que había que hacer al llegar a un sitio era saber como salir, estuve también veintitantos o treinta días. En Japón también estuvimos bastantes días, también por libre, moviéndonos en tren y en autobús. Japón también es agradable porque la gente es muy acogedora,  si te ve un poco perdido te intentan ayudar. Otro viaje que hice con este profesor agrónomo, fue similar al del escritor Claudio Magris, fue un  viaje medio poético medio biográfico siguiendo el Danubio. Nos fuimos por Viena, Varsovia y nos fuimos hasta el final, hasta Constanza que es la desembocadura del mar Caspio y recorrimos Serbia, Croacia la parte de Hungría y luego Rumania hasta el final.

¿Qué tal con la gente en esos países?

En Hungría me resultaba difícil, Serbia acababa de terminar la guerra y en aquella época era complicado. La gente te veía y desconfiaba. El recuerdo que tengo sobre todo de Hungría y Serbia es de gente desconfiada. Croacia no y Rumania tampoco. La gente era encantadora. Tengo una amiga de Rusni en Barcelona, estudiamos juntos Arte. Luego otro viaje muy majo que hice fue a Polonia, la gente es encantadora, se lo recomiendo a todo el mundo.

¿Encuentras una relación entre cómo es la gente y la religión que procesa?

No, creo que el Tao desde el punto de vista que yo lo veo es filosófico,  marca más ese estilo de concepto de la vida. El concepto de muerte por ejemplo. Ellos no lo tienen, la muerte es algo inevitable y no le dan ninguna importancia y luego quizá la paciencia, la naturaleza, la interpretación que hacen de la naturaleza también es muy taoísta.  El taoísmo se ha perdido bastante porque que no se ha hablado bastante de él y no se ha profundizado. Al estar el Budismo y con la influencia de China cogió más fuerza en ese sentido, quizá es más espiritual y por eso se desarrolló más. Países como Corea practican el budismo, pero en el fondo es taoísmo.

La historia de Herman Hesse titulado Siddhartha, cuenta la historia de un príncipe que me recuerda más a las reconversiones de San Agustín que al espíritu taoísta o Confucio mismo. Confucio fue un personaje, el taoísmo es más la costumbre animista que tenían en China desde tiempos inmemoriales. No hay un libro que explique el taoísmo,  lo que hay es el Lao Tse, que fue un poco el  que lo recogió. Son como anécdotas y el  famoso libro de li-tze, que es un libro muy curioso porque en realidad, es el libro de las preguntas. Lo importante no es la respuesta sino la pregunta, contestaciones hay miles pero que lo importante es la pregunta y el li-tze es un libro que está planteado en pregunta, ¿por qué piensas así? o ¿por qué haces esto?, te obliga a reflexionar, por eso la diferencia que hay tan grande entre lo que sería los chinos mismos y su manera de ver.

A la gente le llama mucho la atención que en Japón haya muchos suicidios de hombres parados con familia. Se quedan sin trabajo  y se suicidan. Para ellos el tema de quedarse sin trabajo es algo muy importante y claro luego dejan a la familia desamparada pero,…

Hay una película,  que es muy bonita porque trata de la tradición de Japón que era que cuando a la madre se le caían los dientes, quería decir que no podía comer, entonces el hijo mayor, cogía a la madre la llevaba a un bosque por ahí perdido y la dejaba, porque era así la tradición la vida empieza y acaba, y  el hijo mayor que tenía la obligación de hacerlo. En esa película, el hijo mayor se niega a abandonar a la madre y tienen una pelea tremenda entre ellos. Al final la madre se va sola y el hijo acaba teniendo que ir por los temas de honor y todas esas cosas.

 Mongolia es curioso por la relación que tienen con la naturaleza, un detalle curioso de los mongoles es el zapato que tienen con la punta hacia arriba, porque ellos dicen que de esa manera cuando pisan no hieren a la tierra. Son detalles curiosos. Allí más que el frio que también lo hace, es el viento el que no deja crecer ningún tipo de cultivo. El cultivo no existe, solo pasto.

Viven de sus animales. De vacas,  caballos y cabras. Toda la comida es a base de leche, que es curioso como el cuerpo es capaz de adaptarse a lo que tienen. He dicho leche pero hacen una especie de quesos que duran más,  hacen incluso una especie de miga de pan que no es otra cosa que queso rayado. Son muy majos. Allí ibas paseando por las llanuras y enseguida te aparecía algún jinete perdido. Ahora ha cambiando un poco, al desaparecer la Unión Soviética que siempre había tenido mucha relación, sobre todo en el tema de energía.

Tienen minería de oro, también algo de uranio. Han entrado por ese motivo empresas alemanas y coreanas a trabajar todo ese tema. No industria como tal sino minas, entonces hay mucha gente que va a la ciudad pero no hay nada, de hecho Mongolia si te metes a profundizar tiene un tema de juventud sobre todo, muy duro.

En los viajes es más fácil encontrarse con gente amable que lo contrario.

Sí, yo creo que sí. No recuerdo ninguna anécdota desagradable, no sé si porque ya las he olvidado o qué.

Además se cumple la máxima que cuantos más pobres más hospitalarios.

Sí, sí. Bueno pues la parte humana me ha interesado siempre. Y lo del arte también.

Cambiamos de tema. Los recortes de prensa siempre han sido una obsesión. ¿Los archivos de prensa son de algunos temas concretos?

Sí, yo soy miembro del grupo Ecologistas en Acción, que aquí se llama Ekologistak Martxan, y siempre he tenido una cierta sensibilidad. Los que venimos de sitios pequeñitos, la sensibilidad del campo nos llega más. Los temas de ecología y sobre todo de agricultura me han interesado mucho. Tenia un archivo muy interesante, que el  otro día he estado mirando cosas de la FAO (Food and Agriculture Organization) de los años 60. Bueno y como ahora me he jubilado intentaré hacer algo, no se qué, pero bueno sigo haciendo.

 Pero el arte siempre me había interesado de hecho, con 18 años conseguimos ir a Bilbao a ver las galerías de arte, que había dos o tres, luego conocí a García Ergüin el pintor y a su hermano.

¿Ese interés  por el arte no hace que a uno con 18 años le vean como a un bicho  raro? A esa edad hay muy poca gente interesada en el arte.

Sí, pero yo no me he sentido nunca así. Por eso a esta exposición yo la he titulado así, arte o no, porque además tenemos una discusión entre los que nos gusta esta historia. Si lo hace Picasso es arte pero si es tu hijo el que lo pinta no lo es, el clásico chiste que te dicen. De Miró se suele hablar mucho, de los dibujitos y tal que parecían infantiles; si esto lo hace tu hijo no vale nada y si  lo hace Miró vale un dineral.

Eso lo hablamos todos.

Entonces hay esa discusión, de hecho tengo un ensayo, que es discutir no como una provocación, sino como una reflexión de que es el arte. Y yo digo que el arte no existe. El concepto de arte es un invento que en los años 30 o 40, que algunos comisarios se inventaron. Porque el arte románico,… los románicos cuando hacían las iglesias no pensaban en arte, pensaban en la construcción y pensaban en como explicar una historia, en este caso una historia de leyenda a gente que no sabia ni leer ni escribir, y entonces hacían los dibujos, las pinturas y todo esto. Ese tema siempre me ha interesado mucho desde el punto de vista conceptual.

 Yo empecé con la fundación Miró que ahora ya lo han extendido al museo Picasso. La fundación Miró es muy interesante, pero solo van los turistas, gente de Barcelona no va y al Picasso lo mismo. Ves mucha gente haciendo cola para entrar, pero son todos turistas. Hay muchos barceloneses que no pasan nunca por el museo Picasso. El último director que había, y los políticos también, dijeron que estábamos poniendo dinero y resulta que los barceloneses no iban, pues hay algo que no cuadra y lo que notaban era que les faltaba el hacer algún tipo de actividad o un tipo de acercamiento desde mi punto de vista más natural para que la gente se interesara por esto.

¿Y eso no se empieza también por los colegios?

También, yo creo que sí, pero reconozco que ese tema no lo tengo tan claro.  Como no me he dedicado a la educación, se me escapa un poco. Tengo ciertas referencias porque tengo algunos amigos maestros, pero ¿jugar con la plastilina es más interesante que el latín o el griego?, ahí se me escapa. Yo creo que a la educación, a la plástica, al pensar, al que el niño pueda hacer lo que le de la gana, un poco de expresión corporal incluso, música o teatro que hacen a veces, que dejan que el niño saque lo que tiene dentro,… Yo creo que ayuda. De hecho la fundación Miró tiene un programa los fines de semana para familias y niños y ahora aquí también han empezado en el Bellas Artes y en el Guggenheim programas de ese tipo que también ayudan mucho.

Es la pescadilla que se muerde la cola. Mucha gente lo percibe así. Ves el arte románico o algo así y entiendes algo, ahora cuando te ponen arte moderno, estas perdido. Yo tengo aquí muchas piezas que son abstractas que cuando las ves dices, ¡buf!, que quieres que te diga. En cambio a mí las galerías de arte me han interesado siempre mucho, más que los museos porque el museo quizá tenia un cierto distanciamiento con la gente, porque el museo pagabas veías y ya estaba, yo al de Bilbao iba cada dos por tres. Ahora te puedes apuntar a una visita guiada o a una cosa de estas, pero antes ibas al museo mirabas el cuadro te ibas y ya estaba.

¿Cuándo uno ya está metido en el mundo del arte,  puede llegar a un museo y decir que lo que ve es malísimo?

 Yo creo de hecho que en los últimos veinte años, como diría yo,… quizá desde después de la segunda guerra mundial, que desde Picasso ya todo se repite y ya no se aporta nada, a partir de ahí la mayoría de los pintores no saben qué hacer. El artista, el problema que tiene, es el hacer algo diferente y es un problema porque se ha hecho casi todo ya y  algo que sea nuevo es muy difícil. A mí por ejemplo Javier Nogués, que ha expuesto la semana pasada, hace un tipo de arte que hoy no se estila. Cualquier crítico de arte, mi profesor, te dice que no interesa, pero sin embargo la calidad de los dibujos  es fantástica, yo valoro si es artista o artesano, a veces es difícil diferenciarlo pero realmente es una persona que trabaja mucho, que le pone mucho calor al dibujo y a la pintura y realmente pinta muy bien, bueno pues ya está.

 Para mi lo primero son las galerías, a mi estas galerías pequeñas me gustan mucho. Hay galerías de gente consagrada y galerías de gente joven. Yo todo lo que tengo es de gente joven.

¿Se ve talento entre la gente joven?

Mucho, primero porque muchos han estudiado  pero luego tienen una base del material.

 Por lo que has comentado antes, tanto cuando montasteis la cooperativa, como en muchas otras facetas de tu vida has sido una persona muy comprometida socialmente con numerosas causas.

 Desde Euskadi, desde pequeño tienes ya un punto político-social, bueno, yo no diría tanto político como social. Yo ya recuerdo cuando estaba aquí antes de ir a Bilbao. Entrando ya en temas políticos que empezaban a salir un poco y ya te tenías que decidir, luego en el colegio, ya allí tuve compañeros con problemas políticos. Luego en el ambiente  de los txistularis ya había más, yo ya tenía 16 o 17 años y ya entendías las cosas.

El tema del independentismo te habrá tocado de cerca, porque te vas de aquí a Cataluña.

Sí, pero yo ya les he dicho a mis amigos catalanes que yo no puedo votar en Cataluña porque yo no soy catalán.

¿Uno no se gana la nacionalidad con el tiempo?

No, yo me considero muy vasco aunque no se euskera, no lo hablo pero yo me compro mis libros en euskera. Es curioso porque no se qué editorial les ha dado por editar en inglés la traducción de los primeros libros en Euskera. Yo tenía hace muchos años que sacaron, no sé si la diputación de Guipúzcoa o quien, el facsímil del primer libro escrito en euskera, Bernat Dechepare con el título Linguae Vasconum Primitiae. Siempre que venía aquí compraba algún libro sobre Euskadi, sobre historia, sobre poesía,…y luego tengo mi otro hermano mayor, el primero ya murió, que es Bernardo Atxaga, soy un enamorado de la obra de Bernardo Atxaga. Lo conocí allí en Barcelona, tenía un libro de poesía con música donde algunos cantantes vascos  ponían música a sus poesías.  He leído todo lo suyo, incluso su último libro compré los dos, la versión en euskera y la versión en castellano.

 

¿Qué cambios has observado en Balmaseda en los últimos años?

Quizá una persona que vive fuera es más capaz de observar las evoluciones y los cambios. Sobre todo ahora en los últimos años, veo que hay una juventud madura que está intentando recuperar cosas, pero yo recuerdo como hace unos diez años  haber venido aquí y haber encontrado un verdadero desierto. Todos los bares cerrados, las tiendas cerradas, no había gente en la calle, todos los puntos de referencia tocados, Fabio Murga, Boinas, Pealsa. Eso realmente me daba una sensación de pena tremenda, y a mi me gusta una Balmaseda viva.

 Yo recuerdo que siempre teníamos la discusión entre Zalla y Balmaseda, a mi me gusta mucho Zalla, pero era más aburrido. Yo suelo habar con los amigos de Barcelona y hablamos del tema de beber, pero el hecho no es tanto la bebida, en Cataluña no se tiene esa costumbre, yo les decía que no es tanto el beber como la relación social y sobre todo en la calle, yo soy hombre de calle.  Ahora que estoy jubilado, me levanto pronto por la mañana a las ocho o así salgo, paseo un rato, leo el periódico, tomo un café,… yo por la mañana normalmente estoy en la calle, en las plazas. Luego a la tarde ya estoy en casa trabajando con el ordenador o haciendo cosas, pero a la mañana a la calle ¡nada de quedarse en casa! No tengo ni televisión, me aburre muchísimo y eso que decís lo he notado en cosa de diez años o así. Una Balmaseda cerrada.

Lo ves mejor ahora. Sí, ahora sí. Suelo venir cada año, antes no. Yo cuando marché en el año setenta y tantos me fui un poco huyendo de la familia, el cogollo ese de la familia, el matriarcado vasco. Mi madre es encantadora pero bueno te tiene ahí y yo me pasaba un año sin venir,  gracias a dios mis padres me han tratado bien, pero querían que estuviera en casa. Mi padre quería que estuviéramos en casa;  éramos trece hermanos y en cuanto se quedaban cinco ya se quedaba solo, y yo marché  por esa razón pero yo nunca he perdido la relación tanto con Balmaseda como con Euskadi.

Bernardo Atxaga.

A Bernardo Atxaga le conocí físicamente en una conferencia que  daba en Barcelona. Llegó tarde y en vez de hacer la conferencia que estaba prevista, sobre literatura o así, con ese hablar que tiene él se puso a hablar de cómo había salido de casa, que estaba nevando y que un aldeano le había llevado a no se donde. Me hizo mucha gracia aquel aspecto que tenía y luego como es su trayectoria. El estudio en los Jesuitas, Ciencias Económicas y luego se marchó a Cataluña, estuvo en Manresa, habla euskera cosa que yo no he podido y escribe. Es un año más joven que yo y siempre he dicho es que es mi hermano mayor,  luego un año tuve ocasión de conocerle personalmente en Bilbao. Estábamos tomando una café en el Iruña y estaba él, que acababa de tener la niña. Le fui a saludar y casualidad que acababa de comprar un libro suyo en el corte inglés y me lo firmó. No soy yo muy forofo de las firmas, pero me lo firmó y él encantado. Estuvimos charlando un rato. Anda bastante por Cataluña y yo  lo considero mi hermano mayor, es como mi guía. Encuentro que es una persona socialmente bastante justa, bastante ecuánime.

Háblanos del Xabier artista.

No hay una intención, yo no me he planteado el objetivo de decir quiero ser tal cosa, he ido poco a poco huyendo, pero desde los principios tenía esa inquietud de leer, de saber las cosas. Siempre encontraba algo interesante y eso es  el fluido de conocer cosas, siempre hay algo que no has visto, me pasaba con los libros; leías un libro que igual no sabias ni de quien era y aquel libro te hablaba de otro y así andaba leyendo de uno a otro, por eso me metí en la universidad, para ordenarme  un poco, sobre todo en Antropología.

Y lo de artista ha sido como muy poco a poco, he ido haciéndome muy poco a poco. Nunca he tenido la intención de ser artista, e  incluso he discutido sobre ello con algún artista compañero de Barcelona, sobre si eres artista o no eres artista. A mi siempre me había frenado un poco, de hecho si que había hecho exposiciones pero no he tenido muchas porque no he querido,…Yo digo que exponer no es exponer si no exponerte, eres tu el que te expones.

Eso va también con la personalidad, habrá gente que le cuesta poco mostrarse y a otra que le costará mucho.

Yo siempre he sido muy tímido y el escaparatismo nunca me ha gustado. De otra manera siempre he tenido no diría la contradicción, pero si una discusión interna en cuanto a definirme por ejemplo en el trabajo mismo. Siempre tenías que definirte y de alguna manera el definirte no deja de ser una manera de mostrar no solo tu carácter si no tus decisiones y hay que ser consecuente. En la parte artística no ha habido esa intención, no he ido poco a poco mostrando ese carácter y bueno en la fotografía me he mostrado de alguna manera como más libre, y a la vez como la fotografía muestra la realidad, yo sigo mucho la realidad, también ahí es donde me he encontrado más.

Yo por ejemplo no utilizo el photoshop, no porque me parezca mal ni mucho menos. Es una herramienta que puede ser artística pero yo busco algo similar a la mirada.

Entonces yo lo de artista no lo tengo muy claro pero sí que ha llegado un momento en que tienes que definirte, que mostrarte, que te critiquen. Tengo un libro que es de un critico serio, un critico de arte, pero el  por las noches lo que hacía era pintar lo que de alguna manera había criticado, es decir se había visto una exposición había hecho una crítica y el por las noches intentaba ser consecuente y era interesante. Yo no tengo definido cual es el papel del artista.

Como artista o como fotógrafo  uno tiene sus obsesiones, algo que sea recurrente, que siempre acabe aflorando.

No, yo abro el abanico. El paisaje tiene una dificultad a la hora de captar, por ejemplo Mongolia son unas campas enormes todo verde y cuando vas allí,  y sacas la foto te sale cuatro por cuatro y dices esta no es  la sensación de lo  que hay aquí.

Ahí está la técnica para saber captar.

Yo creo que ahí la mecánica es importante. Tu ves el National Geographic que aparece un plano enorme y le preguntas al fotógrafo y te dice que está sacada con una Hasselblad de no sé qué modelo. Hay cosas muy curiosas en esto, es tan místico. No me veo tanto como artista sino como persona comprometida con la realidad y de intentar mostrar la realidad a través de la fotografía, lo que yo veo y lo que yo entiendo. Por ejemplo está colección de la que os hablaba sobre las mujeres, tengo una foto de dos mujeres comiéndose un helado en mitad de  una campa, en una casita de piedra y estaban las dos vestidas de rosa y a mi me llamo la atención, cosas de ese estilo. Tengo una por ejemplo que a mi me gusto mucho que es una mujer que está embarazada y está con un niño en brazos. Ésta la saque en Rumania junto a un rio. Las mujeres embarazadas o con niños, la parte humana, la ternura me gustan mucho.

A uno no le da  pudor sacar ciertas fotos,

…A mi me cuesta mucho y por eso no tengo muchas. Hubo con un niño que me cabreé mucho porque me pedía pasta, porque los americanos les suelen dar pasta. Recuerdo que estuvimos en Laos en una escuela y les sacamos fotos para enseñárselas a mis hermanos, no es para vender ni para una revista, ni para nada de eso, bueno pues cuando acabé me pidieron que se la enviara y yo se la envié, no se si les llegarían. Había algunos que pedían dinero y  yo si piden dinero no. Desde el punto de vista tuyo solo quieres mostrar una realidad, pero bueno ellos quieren sacar dinero,….

La pregunta es comprometida. Entonces yo artista,… artista no me llego a considerar. Estoy muy satisfecho de las fotos que tengo. Estoy muy satisfecho de la exposición que hice la otra vez que me costó dos años y pico de montar. La llamé abstracción por titularlo de alguna manera,  porque eran cosas normales y corrientes de la vida, y yo les había dado un punto de vista no diferente si no que te hacia mirar a ver que demonios era.

 Recuerdo una de un campo  que tiene las dos marcas de un carro que ha pasado, me gustaba mucho el detalle de carro que había pasado por allí y claro si tu estas en el campo entiendes perfectamente que el carro ha pasado por allí, pero con la fotografía recortada ya cambiaba la vista. Otra muy bonita que además tiene un brillo y un contraste que eran unos objetos metálicos traídos de Mongolia y simplemente son paquetes de té  lo que pasa es que estaban sin etiquetar, estaba la plata y tenía unos reflejos; cosas de ese estilo y estaba satisfecho con eso, de lo que había sido capaz de hacer con esas fotos tan normales y luego de hecho todo esto nos lleva a una conclusión y es que esto es una excusa, yo digo que es la escusas.

 Mi objetivo es hacer una fundación aquí en Balmaseda, con mis hermanos, porque a Natxo le conocéis que pinta y tal, pero Mertxe una de las pequeñas también pinta y hace unas esculturas preciosas, tiene unas acuarelas espectaculares y sobre todo me gustan porque no han estudiado, no es el típico que va a una escuela le enseñan, no mi hermana se ha puesto a pintar y ya está y Natxo también empezó siendo niño.

¿Uno es capaz de hacer crítica a la obra de un hermano o es difícil?

Sí.

¿Te gusta la obra de Natxo?

No es mi estilo pero me gusta.

¿Pero sí se puede decir que tiene un estilo propio?

Sí, porque él tenía al Greco como elemento referencial, a partir del Greco luego sí que tiene diferentes historias pero en el fondo es el Greco. Me gusta esa figura del autodidacta que poco a poco va haciendo cosas y va trabajando. Tiene cosas muy majas y mi hermana también tiene unas acuarelas preciosas. Resulta que mi padre también había pintado, tenemos cuadros de él y su madre que venía de Errigoiti de Gernika daba clases cerca de Atxuri en la escuela de artes y oficios. La abuela materna  también tiene unas acuarelas muy hermosas que también conservamos. Algún tío y algunos primos también.  Mis hermanos todos.

 Mirad tengo una hermana en Santander que hace broches, también cuadros con hojas secas. Mi hermana la mayor también hacía cosas de estas. Otro sobrino que ha hecho bellas artes, se dedica al diseño, ya es cosa seria. Entonces empiezas a juntar todo esto y por eso tengo un proyecto que tiene cierto fundamento desde ese punto de vista. A partir ese núcleo quería formar una fundación, que ya veremos a ver si hago una fundación o una asociación cultural porque la fundación tiene algún problema jurídico. Mi idea es poder hacer becas para estudiantes de aquí, no lo tengo muy claro si de Balmaseda o de las Encartaciones  porque dejarlo solo en Balmaseda me parecía muy localista.

¿Tú crees que puede generar dinero como para emplear a una persona?

Sí, yo el patrimonio lo dejaré para la fundación aunque no sea mucho daría igual porque luego se trataría de buscar becas en otros sitios porque las hay.

¿Es un tema que ya conoces?

Sí,  es un tema que yo ya he trabajado y esto nos lleva otra vez al principio porque me recuerda a cuando yo era pequeño y no tenía medios para estudiar. Si se puede obtener una beca para una persona que quiera aprender, que no tiene por que ser de bellas artes, puede ser de filosofía o de historia,…

Tú que has estudiado Antropología, ¿tienes ahora otra visión de la vida?

Te aporta la parte racional de las cosas de la vida, cuando lees a Harris por ejemplo te explica toda la Antropología cultural y ves como relaciona la cultura con las costumbres y entiendes como determinados comportamientos humanos se corresponden a unas pautas. Tribus que queman los regalos tras una celebración de la misma manera que se hace en Las Fallas,… Yo creo que en el fondo somos todos antropólogos.

Antes has dicho que te consideras Taoísta, ¿Ahí cómo se llega? es posible que seas el único balmasedano que se considera taoísta.

Yo también me lo he preguntado porque yo creo que es la naturaleza, no te conviertes en taoísta,  vas descubriéndolo con la vida. La tradición de ser religioso, católico, cristiano que había en mi casa, es curioso porque yo nunca me he sentido así,…yo lo he visto siempre como leyendas. En cambio el taoísmo, que lo descubrí de muy joven con alguna revista que leí de china, la actitud sobre la vida es diferente. Una de las f primeras enseñanzas es ir por la vida como si te fueras a morir ahora mismo. La idea de que lo material, desde la ropa hasta el dinero, es efímero no te sirve para nada. Cuando te mueras no te llevas nada entonces tienes que vivir un poco así.

Con este proyecto de la fundación que tengo hace muchos años en la cabeza y que tengo escrito cantidad de cosas y proyectos, pero tampoco me lo tomo como si me fuera la vida en ello, es decir si no lo consigo no pasa nada, ya esta, entonces el camino que estoy haciendo es este venir aquí de vez en cuando, conoceros a vosotros,… la exposición es simplemente la excusa para estar aquí, compartir también las cosas porque si no, no tiene sentido. Por ejemplo a mí lo que me gustaría es que esta exposición se quedara por aquí o donde fuera, entonces esa actitud ante la vida, es la que yo de una manera muy natural  fui descubriendo cada día.

La religión cristiana creo que son leyendas, como las leyendas de los vikingos o de los egipcios, que luego se ha montado ahí una historia estructurada y todo esto pero que el hombre como hombre pues no tiene nada que ver con eso y no es algo que estudies tanto sino que llegas un poco a sentirte de esta manera. Yo cuando fui a Barcelona llegué sin nada, recuerdo que comía una croqueta en un bar porque era el dinero que tenía. Sigo viviendo de esta manera. He tenido suerte y a veces te preguntas por el día de mañana. No lo sé ya, comeré algo y si no como tampoco pasa nada.

Vivir el momento. Sí, mucho el momento y a la vez tengo ese proyecto de la fundación que no es un proyecto a largo plazo si no  a medio  plazo. A mí me gustaría en un año o dos tener arreglado el tema jurídico y luego ya veremos que va pasando. La primera idea es conseguir una beca que si no es de arte sea de algo parecido, para que haga un inventario de los cuadros de Natxo. Una persona que vaya a trabajar aquí o una persona de Instituto o lo que sea que pueda dedicar unas horas para hacer inventario, si dentro de dos o tres años consigo eso pues muy bien y si no pues no pasa nada habremos disfrutado y ya está.

¿Has militado en alguna organización?

Sí, en el MC que aquí se llamaba el MK. Yo tenía mucha influencia de la gente de aquí de los años 60. Cuando fui a Barcelona había mucha gente de Euskadi allí en Barcelona y muchos eran del MC. Yo me sentía muy a gusto con ellos, además era un grupo que valoraba mucho la formación humana, por ejemplo yo me considero muy feminista y la influencia del MC en el sentido de la defensa de la mujer, sobre todo por la formación humana yo creo que me hizo incidir mucho en esto.

¿Sindicalismo?

Yo no he sido muy sindicalista, he tenido más compromiso social. Yo creo que no hacía falta tanta división.

 El otro día decía mi madre que ella no había cobrado nunca. No, el capitalismo ya tenía previsto que en el sueldo que llevaba el marido entraba la parte alícuota de  la mujer que friega, eso vamos no es de ahora era de entonces desde el punto de vista más intelectual, desde el punto de vista de activismo ya entiendo que tiene su papel, yo a pesar de las crisis que hay ahora sigo defendiendo que gracias a los sindicatos no estamos peor sino hubiera sindicatos estaríamos como en Inglaterra o EEUU. Yo creo que hacen su papel pero desde el punto de vista de activismo social yo no lo diferencio tanto,…

Una persona como tú comprometida, feminista, ecologista, ¿Cómo ve los tiempos que estamos viviendo?

Lo veo complicado, repasando la historia que me encanta, sobre todo la historia romana y la griega clásica, ves que en tiempo de los romanos ya había burbujas inmobiliarias y que 500 años antes de Cristo hacen una reforma de  la ley de la democracia. Ahora hay un tema que yo creo que es cíclico también que es qué la juventud de ahora no tiene la conciencia que teníamos en nuestra época de la situación social, es decir que papel juegas tú. Tú eres trabajador, a mi eso de la clase media siempre me ha parecido una chorrada, y desde ese punto de vista que eres trabajador yo a la gente joven lo que le veo es que, yo que tengo un montón de sobrinos, hijos de mis amigos,…, que viven con una cierta inconsciencia del papel que juegan en la sociedad. Yo en el 15M no estoy muy metido porque no me,… como diría yo, bueno no que no me toca, pero sí que de alguna manera estoy como fuera de juego,…

¿Te refieres a tu situación personal?

No, más bien por la edad, no tanto porque tenga 65 años como por la edad que me ha tocado vivir.  Cuando yo voy allí, (15M) y veo a los jóvenes discutir ciertas cosas, me recuerda a cuando tenía 20 años y estaba en la universidad. A la vez ves que el compromiso que tienen con las reformas o el compromiso que tienen con la sociedad propiamente dicha no es la misma.

¿Eso puede ser producto de la sociedad del bienestar?

Sí, claro. Yo veo esa  inconsciencia. Es decir, han vivido una época gracias a dios y gracias a nosotros con una paz social, que daba la sensación de que ya habíamos pasado ciertos tabúes, determinadas etapas y que ya no volveríamos para atrás, entonces esas historias hace que esa gente piense que va a poder seguir viviendo perfectamente, con un sueldo, con un coche, con su pareja, con su no sé qué,… Hay aquí algo que a mí me deja, como diría yo, escéptico.

Yo tal y como estamos creo que debíamos de quemar las ciudades.

¿Algo que añadir?

Yo creo que he tenido una vida agradable, todos tenemos de niños nuestros pequeños traumas pero no he tenido ninguna tragedia. Creo que he tenido suerte y he vivido una vida agradable. Yo en Barcelona he vivido bien desde el punto de vista taoísta, austero pero con mis viajes. Ahora estoy preparando uno  por Palencia, me interesa el románico palentino.

España lo conozco bien, tuve una pequeña furgoneta que la tuve acondicionada y que incluso llegué a vivir en ella y me recorrí la península.

 

Un placer charlar con Xabier, pero una vez más el tiempo se agota.

bottom of page