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CUANDO EL FUTBOL ERA COSA DEL PUEBLO

Corrían los 80, Duncan Dhu sonaba en la radio. Jesús Suso ordenaba papeles en el despacho que había ocupado Gofard. Mientras tanto en Madrid, Felipe con su última chaqueta de pana, hacía lo propio tras el breve paso de Leopoldo Calvo Sotelo.

El ritmo de vida era otro, ni WhatsApp, ni Facebook, ni tan siquiera un mísero teléfono móvil de primera generación. La televisión tampoco era gran cosa, hubo que esperar al año 82 para oír a Clint Eastwood sus primeras palabras en euskera. Hasta entonces en aquellos mastodónticos televisores había que conformarse con los canales VHF y UHF,  este último se sintonizaba solo a ratos.

Ni el golpe de estado del 23F, ni el referéndum de entrada en la OTAN, ni la aparición del virus del SIDA o la caída del muro de Berlín, alteraron aquella experiencia sociológica en la que cada tarde cientos de balmasedanos y balmasedanas se reunían en el pequeño Maracaná inclinado de la plaza del San Juan para alimentarse del opio del pueblo.

Pero para poder realizar este reportaje había que contar con datos fiables ante la fragilidad de nuestras memorias, y de eso se ha encargado Eugenio de Francisco y la agrupación CLINEX. Desde aquí nuestro agradecimiento.

 De los documentos facilitados por Eugenio sabemos que el torneo lo conformaban 20 equipos, que debían de apoquinar 5.000 pesetas de la época para poder participar. Aun así el torneo era deficitario, ya que de las 100.000 pesetas recaudadas por las inscripciones, 65.000 se iban en premios. Esto unido a los trofeos, los gastos de cartelería, la pintura y las brochas para el pintado anual del campo, algunas viseras para que los apuntadores no perecieran de insolación y algún imprevisto dejaba las arcas peladas.

En cuanto al palmarés recordar que en el 81 ganó el Desastre por delante del Modas Zaitegui. En el 82 era el Banco Bilbao el que arrebataba la copa al Indartsu. Del 83 al 85 el Txaparrón engordaba su palmarés a costa del Indartsu, Apala y el potente K4 de Vilariño y compañía. En el 86 era por fin el Indartsu con su goleador Richard Gallego quien conseguía un título que se le resistía.

En el 87 sería la última victoria del equipo más laureado, el Txaparron. En el 88 ganaba el Bar Ander con Jon Ibargüen “Jontxin” como máximo goleador y Aitor Agirre “Peio” como Zamora de la competición.

En el 89 hubo un cambio de ciclo y Luis Ángel Ortiz “Sito”, el gran capitán del Kolitza, alzaba la copa tras una disputada final con el Txaparron, en un año en el que Roberto Matabuena “Maroto” se llevaba el Pitxitxi.

En el 90 el torneo se lo llevó un Comercial Landeta plagado de figuras, siendo en aquel año el máximo artillero Tomás Henales. En el 91 fue el turno de la Rekit&Colman, un equipo con su columna vertebral formada por jugadores de Sodupe, aquel año en el que Pablo Palacios era quien más veces fue capaz de perforar la portería contraria.

En el año 1992 se culmina esta andadura cuando “Sito” el capitán del Kolitza recogía la última copa de manos de Eugenio de Francisco perfectamente escoltado por Carlos Nervión “N’Kono” y por el incombustible Tito.

En aquel año 92 además del premio al máximo goleador que se llevó Richard Gallego y el de portero menos goleado que se fue a manos de Oscar Puente “Mugutu”, se entregó el premio Clinex al jugador con mayor barriga cuyo destinatario fue Victor García “Güeto”. Un premio Clinex que el año anterior se había llevado Rafa Aranguren por ser el portero más goleado en menos tiempo.  

Además del singular trofeo Clinex fueron muchas las anécdotas que allí se vivieron, pero quizá la que ha quedado grabada en la retina de muchos era aquella situación que se producía cada tarde, cuando por un momento el tiempo se detenía para que la anciana que vivía en el nº42 de la calle Pio Bermejillo cruzara el campo ajena a lo que allí estaba sucediendo.

Conviene recordar que Balmaseda no fue el único lugar donde se disputaba este tipo de torneos sino que como  las grandes vueltas ciclistas se solapaban unos con otros y era normal que los equipos balmasedanos disputaran torneos en lugares como Zalla, Sodupe o Villasana de Mena. Sin ir más lejos uno de los míticos equipos de Balmaseda el Sirimiri de Mane, Poto, Lezama y compañia no pudo ser profeta en su tierra pero triunfó en Zalla.

Más allá de los datos y de anecdotas, interesa recordar a las personas que hicieron posible que aquel torneo se convirtiera en el evento del verano en nuestra villa. Personas como Rufino, Carlos Fernández, los mencionados Eugenio de Francisco, Carlos Nervión y el dúo de lujo que formaban los apuntadores oficiales Tito y Pedro.

Es mucha la gente que nos ha hecho llegar su entusiasmo por el recuerdo de aquellos años, en que las gentes de la villa se reunían en las tardes de verano para poder ver a aquellos jugadores entregados, de la misma manera que hoy lo hacen quienes cobran sueldos millonarios. Un torneo donde la grandeza residía en que jugadores míticos de los clubes de la zona se enfrentaban a los chavales de los barrios.

En el reportaje gráfico que a continuación se expone se pueden ver a jugadores míticos del Balmaseda que no vamos a cometer la torpeza de nombrar porque es seguro que nos dejariamos algunos. Pero si podrán ver gente relacionada con el mundo del fútbol al máximo nivel como Jose Manuel Esnal "Mane", Kepa Cabareda o Kike Liñero.

Hoy recordamos con nostalgia aquellos tiempos en que la gente salía a la calle, convivía, disfrutaba y sufría animando a sus equipos. Creemos además que el documento gráfico hará las delicias de muchos que por allí pasaron alguna tarde estival.

 Final entre dos equipos balmasedano es en el torneo de Zalla, donde ganó el Sirimiri.

Uno de los muchos equipos que venían de fuera de nuestra villa. 

El Tango. De Arriba abajo y de izquierda a derecha: Pablo, Falito, Alfredo, Txema, Josu de la Hera y Kike Liñero. 

Equipo que representaba al desaparecido Supermercado Berge de la Avenida Encartaciones.

El Clinex con Asensio, Ricardo, Santiago, Txus, Gerardo, El Txopo, Natxo y Gorka.

Uno de los equipos más combativos, el Balmacris.

 El Samba pa ti, con Juez, Cofiño, Marcos, Aldai, Alberto Martinez, Kintana y Garay.

Otro clásico del los torneos, el Dormilón. 

Una de las numerosas cuadrillas que formaban equipo.

Equipo en el que se encontraban el inolvidable Miguel Zapico entre otros.

La Reckit un equipo ganador con Pedro Lambarri "Lewis" como guardameta.

 El Kolitza posando en la puerta de su sede, con Luimi Garay,  Txarli,  Sito, Güemes, Potxe, Wilmar, el presidente J.C. Labrador, los hermanos Calvo, Guti y Blaki.

 Una tarde cualquiera.

La hinchada del Dormilón.

Iñaki Mielgo recibiendo el trofeo de manos de Tito, en presencia de Carlos Nervión "Kono". 

El Sirimiri en la plaza de Zalla. 

Eugenio de Francisco entrega la copa de campeón al capitán del Kolitza Luis Ángel Ortiz "Sito".

Los inicios en el campo de arena del frontón. 

Sirva este reportaje como reconocimiento a los inseparables Tito y Pedro que se ganaron el cariño de todos.

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