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BALMASEDA Y LA ALJAMA DE LOS JUDIOS 

por Txomin Etxebarria Mirones.

INTRODUCCION

 

   Como investigadores de la historia y la cultura de Balmaseda, nuestro pueblo, y de las Encartaciones, nuestra tierra, son muchas las ocasiones en que hemos tenido que profundizar en nuestras averiguaciones. Unas veces porque no hemos creído lo que se había escrito, otras veces porque  no se había escrito practicamente nada de lo que buscabamos, y en ocasiones también por una mezcla de ambas circunstancias.

   Pero sucede igualmente, que hay trabajos e investigaciones hechos por diversos autores que que en principio parecen serios y creíbles, y lo principal, que ya están hechos y es bueno que se conozcan por las personas interesadas. Trabajos no obstante que siempre estarán receptivos a nuevas investigaciones.

 

   Así en 1.947 se publica "Valmaseda en el siglo XV y la Aljama de los Judios" trabajo de Ángel Rodríguez Herrero, con prólogo de Javier Ybarra y Bergé que también trata del tema.

   Antes, Martín de los Heros en su "Historia de Valmaseda" concluida en 1.848 igualmente expone datos sobre los judios de Balmaseda.

   Por otra parte, en 1.899, Estanislao Jaime de Labayru y Goicoechea publica el tomo III de "Historia General del Señorío de Bizcaya" (que seguimos por la edición que "La Gran Enciclopedia Vasca" hace en 1.968). En la página 693 se publica el apéndice número 30" que se titula "Provisión real del Consejo de Gobernación al amparo a los judios de Balmaseda, para que la justicia los dejase vivir en la villa y no los maltratase" con fecha de 1.486.

   Finalmente, tenemos noticias del artículo que con el título "La aljama judia de Balmaseda" titulo también en euskera, publica Ignacio Acasuso en "Balmaseda una historia local / Balmaseda tokiko historioa", libro que con motivo del octavo centenario de Balmaseda edita la "Diputación Foral de Bizkaia" en 1.999.

   De estos trabajos sale el artículo que publicamos seguidamente.

 

 

SOBRE LOS JUDIOS EN GENERAL

 

   Se ha escrito que las actividades de la judería balmasedana se desarrollan bajo la protección real, según acreditan textos numerosos. Su patrimonio es patrimonio del Rey y sus créditos se consideran por tanto, como del Rey. El motivo de esta protección son los impuestos pagados al Rey.

   Bernáldez, el cura de los palacios, Cronista de los reyes Católicos, declara que los judíos eran heredados en las tierras más gruesas y mejores, y que eran mercaderes, arrendadores de alcabalas (impuestos indirectos de Castilla que gravaba todas  las propiedades que se vendían), administradores, tenderos, sastres, zapateros, curtidores, zurradores (los que zurraban o golpeaban las pieles), tejedores, plateros y otros oficios.

 

 

DECADENCIA

 

   Se ha escrito, también, que en el siglo XV comienza la época de la decadencia para las aljamas (junta de moros y judios). Habían logrado estas comunidades, el apogeo e su florecimiento, en el siglo XIV, que favorecieron grandemente don Alfonso XI, (el que vencio en la batalla del Salado en 1.340) y también sus hijos Don Pedro y Don Enrique, y su nieto Don Juan I.

   Al declinar el siglo XIV y en los comienzos del XV variaron estas circunstancias, dieron principios los tormentos que derivaron en las conocidas matanzas de judíos.

   Las leyes relativas a los moros y judíos, sino fueron blandas, tampoco rigurosas en extremo. El trato de comunicación de unos y otros con los cristianos parecieron peligrosos a la pureza de la fe durante toda la Edad Media, lo demuestran muchos ordenamientos de Cortes prohibiendo que convivieran los fieles y los infieles.

   Los Reyes Católicos, a petición de los procuradores, (representantes, delegados del poder), mandaron que todos los judios y moros de sus reinos tuviesen sus juderías y morerías distintas y apartadas de las viviendas de los cristianos.

 

 

LA JUDERÍA DE BALMASEDA

 

   Fundamentándonos en los autores que hemos citado en la introducción tratamos seguidamente de la judería de Balmaseda. Dividimos el texto en varios apartados y remitimos a las personas más interesada a la bibliografía que hemos indicado.

 

 

IMPORTANCIA DE LA JUDERÍA

 

   Se ha expuesto que la judería de Balmaseda,(barrio donde habitaban los judíos) fue la única que adquirió cierta importancia en el Señorío de Bizkaia.

   La importancia de la Aljama de los judíos de Balmaseda se aprecia en el Repartimiento que en el año 1.474 se hizo de los judios por Rabbi Jacob Aben Nuñez, Juez Mayor de los judíos y Físico del Rey don Enrique IV.

   El importe que debía pagar la aljama de Balmaseda era de 1.100 maravedís, cuando la de Burgos era de 700.

   Escribe Ignacio Acasuso en su trabajo citado que "en terminos demográficos se calcula que había una población cercana al centenar de judios".

   También dice en la nota(2) que "cada vecino o cabeza de famuilia pagaba 50 maravedís, de lo que se obtiene una cifra de 22 vecinos y aplicando a este número el índice de conversión de 4,5 hab./vec., índice sin duda conservador, nos daría una cifra de unos 99 habitantes".

 

 

¿POR QUÉ ELIGEN BALMASEDA?

 

   En cuanto a la llegada a Balmaseda de los judíos, Ybarra y Bergé supone que se debe"al afán de lucro del pueblo hebreo", en una Villa donde había una aduana "vigía recaudatoria de la mercancia que de la costa del mar pasaba a Castilla".

   Añade Ybarra y Bergé que "desde el siglo XII adquirió gra incremento el comercio a Castilla, por los puertos del Cantábrico, entre éstos el de Castro Urdiales, por donde exportaba Castilla sus lanas, cueros, vinos, utensilios de hierro, cobre y por donde llegaban tejidos de Flandes, Inglaterra y Francia".

   Y que "Valmaseda fue la aduana destinada para el registro de las mercancias extranjeras que desembarcaron en dicho puero y eran dirigidas a Bureba y Rioja; esto dio lugar a la floreciente vida comercial e industrial de la noble villa encartada".

   Aunque Ignacio Acasuso opina que "hoy día la 'cuestión judía' está siendo ampliada en muchos aspectos, atrás quedaron o han de quedar estereotipos rígidos de pueblo judío como 'pueblo usurero', 'comerciantes sin escrupulos', etc.".

   Y escribe , asimismo, que "en nuestro caso particular no tenemos apenas ningún documento que nos hable de valmasedanos oprimidos por deudas a judios, y vemos que la tierra que poseen fueron adquiridas por procedimientos normales de compra-venta".

   Piensa también este autor que los judíos de Balmaseda, "trabajaron de tejedores, carpinteros, curtidores, (por eso el barrio de Las Tenerías), y claro está también de comerciantes y prestamistas; es decir, no debemos pensar que la aljama de Valmaseda era un gran centro hipotecarío, que vivía de la presión sobre el comercio y sobre los valmasedanos. Hay miles de pleitos por deudas entre valmasedanos y vizcaínos y no son los judíos los protagonistas".

 

 

LUGAR DONDE HABITABAN

 

   Se ha supuesto que los judíos se establecieron en el barrio de san Lorenzo, aunque nadie lo demuestra, junto al Puente Viejo que era la salida hacia Castilla, por una antigua calzada, que debía corresponder al trazado de un camino de época romana, que por Balmaseda llegaba a Castro Urdiales.

   Acasuso opina que también se establecieron en Las Tenerías, que no vivían en un "getho" y que "si bien como comunidad religiosa se localizaban en un lugar determinado, como valmasedanos se mezclaban con los "naturales". Y en que según el inventarios de 1.487, los judíos que se citan , en su mayoría, vivían en la calle vieja.

 

 

LLEGADA A BALMASEDA

 

   No se sabe cuando llegaron los judíos a Balmaseda. Ángel Rodríguez Herrero sospecha que lo hicieron protegidos por los Velasco, Condestables de Castilla, encargados "de velar por el apaciguamiento de las luchas de las banderías en la Encartación", aunque Ybarra y Bergé cree que estos Velasco actuaron más "como banderizos que como celadores del orden".

   No obstante, Ignacio Acasuso opina que "fue con anterioridad", aproximadamente al final del siglo XIII, cuando la ruta lanera Burgos-Castro Urdiales estaba ya plenamente instituida". Y añade que "no es difícil suponer que, si en Burgos era la población judía la que controlaba gran parte del comercio lanero y lo mismo ocurría en Castro Urdiales, esta comunidad bien pudo ver en Balmaseda un punto idóneo para establecerse a modo de sucursal".

   Por su parte Ángel Rodríguez Herrero alude a la protección que recibió la aljama o judería de Balmaseda de los Reyes de Castilla, "a los que pagaban fuertes tributos".

 

 

DISTURBIOS: 1.843

 

   No se sabe bien por qué, aunque Ybarra y Bergé cree que "la opresión económica" fue quizás el motivo por el que nueve años antes de la expulsión de los juíos de España (en 1.492) los vecinos de Balmaseda se sublevaron contra ellos, en 1.483, "disponiendo el Concejo que ningún judío se avecindase en la villa, ni contrajera matrimonio con valmasedana".

   Rodrígez Herrero escribe: "La persecución de los judíos de Valmaseda comenzó el año 1.483, sublevándose el vecindario contra los que vivían en la Villa, y el Concejo estableció que ninguno de esta secta se avecindase en ella ni pudiese casar hijo a hija fuera de la Villa para venir luego a vivir otra vez en la población, so pena de 30.000 maravedís. No tuvo efecto, porque tres años después se amparó a los judíos de la aljama valmasedana por provisión real. (Labayru. "Historia de Vizcaya", tomo III, pág. 342)".

 

 

AMOTINAMIENTO DE 1.486

 

   No fue solamnte en 1.483, surgieron problemas entre los habitantes de Balmaseda y los judíos, pues según escribe Rodríguez Herrero "A finales de Enero de 1.486 los valmasedanos se amotinaron por segunda vez contra los judíos y los expulsaron prohibiéndoles que morasen en ella".

   Y sobre estas circunstancias se extiende Ybarra y Bergé que escribe: "protestando del trato que recibía la aljama recurrió al Rey que el 1º de Marzo de dicho año, por medio de su Condestable de Castilla, don Pedro Fernández de Velasco, Conde de Haro, expidió  una provisión en Valladolid, favorable a los judíos de Valmaseda".

   Sigue escribiendo Ybarra y Bregé que los judíos, como consecuencia de que se había acordado su expulsión de Balmaseda, "se avinieron a someter la resolución del asunto a las Juntas Generales de Guernica".

   El 2 de marzo de 1.486 comparecieron los procuradores de Balmaseda y el judío don Haron, "por sí y como procurador de la aljama de Valmaseda".

   Sucedió que con la conformidad de don Haron, y con gran alegría de todos los junteros, se dispuso que los judíos abandonaran no sólo Balmaseda sino también el Señorío de Bizkaia. Y al hacerlo, sigue diciendo Ybarra y Bergé, "fueron adquiridas sus propiedades por el Concejo de la villa encartada".

   Rodríguez Herrero escribe que "el concejo se había cargado con los bienes de los judíos, echados un año antes de la Villa (1.846), cuyo valor en casas, torres y parrales o viñas no pasaba de 34.685 maravedís". Y que "Sólo unos ocho judíos aparece que fueron propietarios, pero  de tan poca monta que a Rabí Samuel y a Santo de Riuso, que eran los más ricos, sólo les pertenecieron, al primero una casa y unos parrales valuados en 3.585 maravedís, al segundo la torre, el molino, el medio huerto parral, dehesas, manzanos y castaños de La Cantera y una torrecilla sobre la puerta de la Villa apreciado todo en 14.500. La casa de don Haron, que por el papel que representaba al expulsarlos debía ser persona autorizada entre ellos, no se estimó en más que 1.300 maravedís. Probablemente su mayor capital se empleaba en el trádico; porque siendo tan tenue el que representaban sus propiedades rústicas y urbanas parece desmesurado el tributo de 1.100 maravedís que en 1.474 cargó a los judíos de Valmaseda Rabí Jacob Aben Nuñez, Físico Mayor del Rey y su repartidor en el repartimiento que hizo de los servicios y medio servicios que en aquel año le habían de dar las aljamas de los judios de sus reinos".

 

 

MARTÍN DE LOS HEROS

 

   Sobre los acontecimientos de 1.483 y 1.486, también escribe Martín de los Heros, que investigó en el Archivo de Balmaseda, y autor de la "Historia de Valmaseda" concluida en 1.848.

   Este autor escribe: "Participando los vecinos de Valmaseda del odio que en el siglo XV fué tan general contra los judíos(con el establecimiento de la Inquisición en 1.483), ordenó su Concejo por aquel año que ningún judío pudiera venir de nuevo a vivir en Valmaseda ni casarse fuera de ella los hijos e hijas que las habitaban para volver a ser vecinos, so pena de 30.000 maravedís para el Concejo. Continuando esa opresión y mal querer, juntos en un día de Enero de 1.486 los cófrades de nuestra Señora de Agosto con los de otras Cofradías, los echaron de la Villa con mayor escándalo y alboroto, declarando que no querían que ningún judío habitase en ella.

   Los judíos y su aljama, en medio de tan cruel como obstinada persecución, acudieron a los Reyes pidiéndoles protección y amparo. Dispensósela en su nombre el Condestable de Castilla, Conde de Haro, que a la sazón gobernaba el reino, despachando desde Valladolid el 1º de Marzo de aquel año  una Real Provisión, conminando  y apercibiendo al Concejo y Alcalde de Valmaseda para que se respetasen y trataren a aquellos desgraciados como las leyes ordenaban y la justicia requería; mas para cuando la Real Provisión llegó a Valmaseda, y con la noticia de que tal vez ya venía, los vecinos ya habían consumado su obra de exterminio, a petición de los mismos judíos, y apoyándolo las villas y tierra llana.

   "Llamadas las primeras a junta y abierta en Santa María la Antigua de Guernica a 2 de Marzo del mismo año de 1.486, comparecieron en ellas como procuradores de Valmaseda, Sancho de Velasco y Pedro de Pando, que ocuparon el quinto lugar siguiendo a Orduña. Comparecieron también Lope de Ortiz de Goiri y Juan Ortiz de Lucerga, y de otra parte Don Haron, por si y como procurador de la aljama de los judios de la misma Villa. Y así juntos y congregado, los dichos Lope Ortiz y Juan Ortiz y Sancho y Pedro  presentaron una carta firmada del alcalde Pedro de Terreros manifestando que, habiendo los judios convenido en hacer cuanto los señores del Concejo les habían pedido, porque no se publicaren sus porquerías, que si el procurador que en la Junta tuviesen conviniera en lo mismo y lo pidiese con poder de todos ellos y a vista y consejo de letrados, desistiéndose y apartándose para siempre de la vecindad y vivienda de la villa de Valmaseda y de todas las villa y ciudad del Condado, aun cuando el Rey y la Reina les hiciesen merced de ello, no leyera ninguna pesquisa ni parte de ella, mientras que todos estaban conformes en irse y no era menester publicar cosas que eran más de verguenza que de honor y provecho."

   A esta carta del Alcalde acompañaba otra de los judios a Don Haron, para que pidiera a la Junta lo mismo que ellos habían pedido al Concejo de Valmseda. En su vista los procuradores y clérigos de la Villa que allí estaban la preguntaron, después de leída la carta de la Junta, si quería estar y convenir lo que en la carta venía, y en el asiento que sus consortes habían hecho. Habiéndoles respondido que sí, y que en su nombre y como procurador de aquellos cuyo poder tenía, se apartaba y partía desde entonces para siempre de la ciudad y vivienda que en Valmaseda y su jurisdición tenía, así como de todas las villas y ciudad del Condado de Vizcaya, y que no pedirían ni suplicarían al Rey ni  a la reina merced alguna sobre ello ni cuando se la otorgasen. La Junta otorgó, tanto a Don Haron como a los procuradores de Valmaseda  y a los clérigos que la acompañaban, la facultad de extender con vista y consejo de letrado la obligación que contraían, anunciando al mismo tiempo todos sus individuos que de todo hacían e hicieron vula.

   A luego de eso en el mismo día, y fundandose en que se habían juntado a petición de los mismos judíos, dijeron que pues ya estaban igualados y concertados entre sí, que los condenaban y condenaron a cada uno de los dichos judíos y a sus bienes a las costas de la Junta, que importaban tres mil y seiscientos maravedís a razón de cincuenta maravedís a cada procurador por día. Esa cantidad ordenaron al alcalde de Valmaseda que tan luego como fuese requerido con aquel mandato la sacase de los judíos de la Villa, tomando prendas de ellos y cuidando de enviarla para el lunes 7 de Marzo inmediato a la Junta que en aquel día se había de hacer so' el árbol de Guernica. Juntáronse con efecto en él los procuradores de la tierra llana, y presentándose los mismos Lope Ortiz y Juan Ortiz, les dieron cuenta de todo lo pasado y de cómo los judíos de su propio motu y voluntad querían de salir de su Villa y de todo el Condado, que las villas habían hecho carta vula sobre ello como verían, y habiendo sido todo ello en aumento de sus privilegios y libertades que tuvieran a bien aprobar la vula hecha por los procuradores de las últimas, gritaron en altas voces vula, vulis, vula, exclamación y palabras de que no encontramos otro ejemplo.

   Ignoramos por qué en medio llegó a noticia de los Reyes que la Real Provisión del Condestable de Castilla protegiendo a los judíos de Valmaseda había sido desobedecida en ella. Fueron castigados y acudieron a hacer sus descargos, Pedro Sánchez de Terreros, Juan Machon, Pedro de Zumalabe y Sancho Velasco, acusados de haber ordenado echar y echado de la Villa a los judíos, teniendo su carta de seguridad y amparo. De poco, sin embargo, les podía valer esta protección de mera fórmula, cuando por otra parte experimentaban una persecución derivada hasta de los mismos Reyes, los cuales al fin dispusieron en 1.492 la expulsión general de todos los judíos de España, en cuyo caso puede creerse que los  seis años antes fueron expulsados de Valmaseda saldrían por el puerto de Laredo, como lo hicieron los que habitaban en las fronteras de Vizcaya y cerca de las montañas.

 

 

 

NOTA: Se tiene conocimiento por parte de Balmaseda Entre Cantones de que un balmasedano tiene muy avanzado un trabajo de investigación sobre los judíos en Balmaseda. Hemos sabido por otra parte, de un grupo de personas que trabaja para la realización de ciertos actos conmemorativos de la presencia de los judíos en nuestra villa.

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