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El arquitecto Manuel María de Smith Ibarra

y su relación con Enkarterri y Balmaseda.

Por Miguel Angel Alvarez        

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El arquitecto Manuel María de Smith Ibarra nació en 1879 en la calle Ronda de Bilbao, la misma en la que vino al mundo Miguel de Unamuno quince años antes.

Su apellido denota un origen extranjero, en este caso irlandés. Sus abuelos habían llegado en barco a Bilbao en el siglo XVIII y sus descendientes se casaron con vizcaínos.

Estudió en los Jesuitas de Orduña, donde ya destacó como un extraordinario dibujante y realizó la carrera de Arquitectura en Madrid.

En 1904 firmó su primer proyecto y hasta su fallecimiento en 1956 estuvo en activo. En esos cincuenta y dos años de carrera profesional realizó 345 proyectos de nueva construcción y 163 proyectos de reforma, que abarcaron desde construcciones residenciales a edificios públicos, deportivos y religiosos, principalmente en Bizkaia y Euskadi, así como en otras provincias. Fue el principal artífice del paisaje actual de casas y residencias de Getxo, con no menos de un centenar de proyectos, destinados a los capitalistas, a los industriales y a la aristocracia vizcaína, que de esta forma, instalados en sus mansiones de la margen derecha del Abra, podían observar en las montañas de la margen izquierda, el origen de sus fortunas, la zona minera que dio inicio a la industria siderúrgica, a las navieras y a la banca.

A lo largo de su extensa carrera utilizó diversos estilos arquitectónicos. Fue el principal introductor del estilo inglés residencial, como el Old English y el Reina Ana, muy utilizados en el municipio de Getxo. Empleó poco, sin embargo, el estilo francés Segundo Imperio y mucho los estilos regionalistas Neovasco y Montañés, todos ellos en las primeras décadas del siglo XX. En la posguerra se unió al Racionalismo y al Eclecticismo, de acuerdo a las necesidades y a las modas del momento. Vamos a ver algunos ejemplos:

Para el industrial Víctor Chávarri realizó el Palacio de Artaza en La Avanzada de Leioa, en estilo Reina Ana. Recordemos que esta familia era dueña del Palacio Chávarri, sede del Gobierno Civil en la Plaza Moyúa de Bilbao. El Palacio de Artaza pertenecía al Gobierno Vasco y recientemente ha sido donado al Ayuntamiento de Leioa.

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Dos ejemplos de estilo regionalista son la Estación de Atxuri de Bilbao, que mezcla el Neovasco con el Montañés, y las Casas de Sota en la Gran Vía de Bilbao, en estilo Montañés.

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El Hotel Carlton en estilo ecléctico-francés.

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Palacio Lezama Leguizamon en Getxo, que mezcla los estilos historicistas con los regionalistas.

Son numerosas las residencias de éste y de otros ilustres arquitectos a lo largo del Paseo de Zugazarte y del Muelle de Arriluce en Getxo, donde existen paneles informativos que explican los edificios, sus diferentes estilos arquitectónicos y qué arquitecto los realizó, datos muy interesantes para los amantes del Arte y de la Arquitectura.

Su relación con Enkarterri y Balmaseda

En 1904, año que comienza a ejercer como arquitecto, contrajo matrimonio con María Dolores Prado Mathurin, nacida en Argentina pero de familia encartada, con negocios en aquel país.

 

En Enkarterri trabajó en los municipios de Karrantza, Galdames, Gordexola, Güeñes, Sopuerta y Balmaseda, así como en otros próximos a los nuestros como son Muskiz y Artziniega.

 

En Karrantza realizó varios proyectos desde sus primeros años como arquitecto. En 1907 la construcción de la iglesia para el barrio de Soscaño, que mezcla los estilos ecléctico y neogótico

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En 1908, hizo el proyecto de panteón para Pedro Santisteban, en el barrio de Biáñez.

En el barrio de Concha, realizó en 1912 la mansión para Nicolás Vicario Peña, en estilo Old English. Este personaje fue quien además financió la construcción de la iglesia de Soscaño que hemos citado anteriormente.

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En Galdames realizó los monumentos a Antonio de Trueba en el barrio de Montellano, y de José María Martínez de las Rivas, en la plaza del Ayuntamiento, en los años 1926 y 1931 respectivamente.

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En éste fue el autor del pedestal, mientras que en el grupo escultórico participó Mariano Benlliure, escultor que también es el autor de la estatua sedente de Antonio de Trueba que se encuentra en los Jardines de Albia de Bilbao.

 

En Gordexola realizó las Escuelas del barrio de Irazagorria, en estilo regionalista en 1933. En la plaza de este municipio llevó a cabo tres reformas, la de la iglesia patronal de San Juan de Rebollar, la de la casa-palacio en la que se ubica el Ayuntamiento, que perteneció a José María Arechavala y la residencia de esta misma familia.

 

Las fotografías que se muestran a continuación son de estos tres últimos edificios.

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En Güeñes realizó una casa en estilo neovasco para Hilario Arrieta en el barrio de La Quadra, en 1946.

 

En Sopuerta, en 1908 hizo el proyecto de casa-palacio para Rosario Pujol, Viuda de Rugama, en estilo neovasco.

 

Por último vamos a citar los trabajos arquitectónicos que realizó en nuestra Villa, que consistieron en tres reformas. Empezaré por la más reciente, la realizada en la ermita de San Sebastián y San Roque en el Kolitza, en 1941, para rescatarla del estado de ruina en que había quedado tras la batalla celebrada en ese monte durante la Guerra Civil. Afortunadamente se salvaron elementos arquitectónicos como los dos arcos de entrada al edificio, que dan testimonio de su origen medieval.

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Los otros dos trabajos los había realizado a partir de 1929 en nuestra Parroquia de San Severino, donde amplió la sacristía en estilo neogótico, adosada al ábside, como se aprecia en la fotografía por el color más claro de su piedra.

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El tercero de los trabajos lo llevó a cabo para reformar la Capilla de la Inmaculada, para su transformación en Panteón de la Familia San Pelayo Romillo, en estilo neorrománico, con rosetón y bóveda de crucería neogóticos. El sepulcro de Don Gregorio San Pelayo y Romillo se encuentra en el brazo derecho, adosado a la pared, con un escudo nobiliario y una inscripción funeraria, que indica que siguiendo su testamento, se celebre una misa diaria en esa capilla, en sufragio de su alma y de las de su familia, sus padres, que allí le acompañan. También en ese lateral se encuentra una placa que indica que la obra la realizó Manuel María de Smith.

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El nombre de la Capilla de la Inmaculada viene de la imagen de la Inmaculada que la preside, obra del escultor alavés Joaquín Lucarini Macazaga, autor entre otras obras, del “Tigre” que preside el edificio bilbaíno racionalista, obra del arquitecto Pedro de Ispizua.

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Pero, ¿quién era y por qué está enterrado Don Gregorio San Pelayo Romillo en nuestra parroquia?

 

Su tío, Julián San Pelayo Romillo, era abogado e historiador, miembro de la Real Academia de la Historia. Escribió sobre el Fuero de Las Encartaciones y sobre Lope Sánchez de Mena, Señor de Bortedo y fundador de nuestra Villa. Fue concejal en el Ayuntamiento de Bilbao entre los años 1889 y 1891. Tenía su residencia en Nava de Ordunte, en una gran mansión que sufrió un incendio en enero de 1909, según aparecía reflejado en el semanario “El Cadagua”, en su número 23, que como sabemos editaba en Balmaseda Jesús Cadenas, el cuñado del poeta León Felipe. Falleció en Karrantza, donde está enterrado, el año 1915.

También fue concejal en al Ayuntamiento de Bilbao su padre, José de San Pelayo y Lámbarri, entre los años 1877 y 1879, quien junto a su esposa Jerónima Romillo Ladrón de Guevara, descansa también con su hijo Gregorio San Pelayo en la Capilla de la Inmaculada de San Severino.

 

Don Gregorio San Pelayo y Romillo Lámbarri y Ladrón de Guevara, era un rico propietario bilbaíno, enriquecido con la construcción de ferrocarriles y accionista de diversas industrias vascas, que al morir donó 500.000 pesetas en su testamento para la construcción de su panteón y para las misas referidas.

 

Pero su voluntad era la construcción de un panteón en el cementerio de Balmaseda, aunque los curas se oponían a subir a él a diario para celebrar la misa. Don Vicente Iturbe, que ya era párroco, insistió en construir el panteón ampliando la Capilla de la Inmaculada, bajo la torre-campanario, frente a la oposición del Ayuntamiento, que veía riesgo de derrumbe de la torre. Finalmente se impuso su criterio y Manuel María de Smith, que dio garantías de éxito, fue el arquitecto encargado de realizar la obra.

 

Al fallecer Don Gregorio San Pelayo en 1928, dejó también pagada una campana de bronce de 1131 kilos de peso, que aún permanece en el campanario. También sufragó uno de los pabellones del Hospital de Basurto, que en su memoria lleva su nombre.

 

Todavía, en fecha reciente, en el B.O.E. nº 222 del 16-9-2005, aparecía publicada en la relación de depósitos en presunción de abandono que pasarán al Estado, si no se reclamaban en un plazo determinado, la Capellanía fundada por Don Gregorio San Pelayo Romillo en Balmaseda, destinada a la administración de lo legado en su testamento para la cumplimentación de sus últimas voluntades, que como hemos visto no se cumplieron al pie de la letra. No aparece en el anuncio referido la cantidad, que a buen seguro habrá pasado a las arcas públicas.

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Aparte de estos tres trabajos que tenían que ver con su profesión de arquitecto, realizó también para nuestra Villa, la urna que se saca en la procesión de pasos de nuestra Semana Santa, con el Cristo yacente en su interior. Es un trabajo del año 1941 por encargo de la familia de Don Silverio Fernández, que son los donantes, tal y como consta en la cartela que se exhibe junto al paso, en el Centro de Interpretación de la Pasión Viviente de Balmaseda de la Iglesia del Convento de las Clarisas.

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Para terminar, y volviendo a Manuel María de Smith, veamos su relación con alguno de los arquitectos de la serie aquí publicada “Arquitectos balmasedanos”.

 

Aunque fue contemporáneo de todos ellos, solamente he encontrado relación con dos de ellos.

 

Con Alfredo Acebal y Gordón, la única referencia es que éste había realizado en 1899 el Convento de las Hermanas de la Esperanza en la Alameda Mazarredo de Bilbao y Manuel María de Smith recibió en 1938, el encargo de transformar el sótano de dicho convento, edificio que posteriormente fue derribado, como se decía en el artículo sobre Acebal y Gordón.

 

Mayor fue su relación con el gran arquitecto bilbaíno, de padre balmasedano, Severino de Achúcarro, coautor del proyecto del Ensanche de Bilbao.

 

Smith realizó obras de reforma y ampliación en algunos edificios de Achúcarro, por ejemplo en la casa para la familia Zabálburu, en Las Arenas, o la construcción de un establo para el Palacio de los Condes de Zubiría, que Achúcarro había construido en Ibarrecolanda y que tras ser incendiado durante la Guerra Civil se encuentra también desaparecido.

 

También realizó Smith el proyecto de portería y cercado del Palacio de la Familia Chávarri en la Avenida de Zugazarte de Getxo, otra obra de Achúcarro que ya no existe.

Bibliografía y fuentes documentales:

CADENAS CORONADO, Jesús. Balmaseda hace un siglo. Crónicas del semanario El Cadagua. Harresi Kulturala Elkartea. 2017

PALIZA MONDUATE, Maite. Manuel María de Smith Ibarra. Arquitecto 1879-1956. Bizkaiko Foru Aldundia. 1988

PALIZA MONDUATE, Maite. Guía de la arquitectura indiana en Karrantza y Lanestosa. Bizkaiko Foru Aldundia. 2004

URQUIJO GARAY, Bingen. San Severino de Balmaseda: Guía del Viajero. Etxe Gorri 2001

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