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ARQUITECTOS BALMASEDANOS 

                                                            Por Miguel Ángel Álvarez Fuentes

ARQUITECTOS BALMASEDANOS II PARTE

                                                     

Siguiendo la serie iniciada con Félix de la Torre y Eguía, hoy presentaré a Severino de Achúcarro y Mocoroa, nacido en Bilbao en 1841 y fallecido en París en 1910.

                La consideración de balmasedano será en base a que su padre, Nicolás de Achúcarro era de nuestra Villa y quiso proyectar en su hijo el nombre de su patrón, San Severino.

                Nicolás se instaló en Bilbao, donde trabajaba como contratista y donde prosperó social y económicamente. Casado con la tolosana María Dolores Mocoroa, fijó su domicilio en el Casco Viejo, en Bidebarrieta.

                Tanto Severino como su hermano Aniceto estudiaron en Francia, en Angulema, pero los estudios superiores los realizaron en España. Aniceto se inclinó por la medicina y fue padre del prestigioso Doctor Nicolás Achúcarro, alumno de Unamuno y amigo de Ramón y Cajal, que tiene una calle dedicada en pleno Ensanche de Bilbao. Su sobrino es el famoso pianista Joaquín Achúcarro Arisqueta.

                Severino realizó estudios de Arquitectura en Madrid, donde obtuvo el título de arquitecto en 1866, aunque se volvió a Bilbao, donde realizó la mayor parte de su ingente obra, que podemos dividir en tres etapas.

                En la primera etapa trabajó en el Casco Viejo bilbaíno, donde realizó la sede de la Sociedad El Sitio, en la calle Bidebarrieta, actual Biblioteca Municipal, el año 1888.

En estilo neogótico, la torre y fachada de la Catedral de Santiago, en 1890.

                Realizó también la casa para Don Manuel Bilbao en la calle Somera y la ampliación del Banco de Bilbao en la Plaza de San Nicolás, en 1898.

En su segunda etapa, realiza junto a los ingenieros Pablo Alzola y Ernesto Hoffmeyer el Proyecto de Ensanche de Bilbao, que había sido aprobado en 1876, con el que la Villa va a dar el salto sobre la Ría y crecer en los terrenos de la vega y anteiglesia de Abando.

Ya en este nuevo espacio, Achúcarro proyecta en colaboración con el ingeniero Valentín Gorbeña, una obra que nos es especialmente familiar a los balmasedanos y encartados: La estación de La Concordia, para el ferrocarril Bilbao – Santander, en estilo modernista, obra que se fecha en 1902. No muy lejos queda el edificio de la Plaza Circular, que albergó en su día el Hotel Terminus, después ha sido una sede bancaria y en la actualidad es la Oficina de Turismo de Bilbao, en cuyo vestíbulo puede apreciarse un bonito lucernario realizado con una vidriera. Este edificio está rematado en su ático con una logia que constituye un punto en común con la que realizó para el andén de la citada estación de La Concordia

En su tercera etapa, Achúcarro realiza diversas construcciones en el Ensanche. En La Casilla sustituyó el edificio donde estaba el Consistorio de Abando por un asilo de huérfanos y muy próximo a éste, construyó la Escuela de Ingenieros Industriales, hoy desaparecida al reubicarla en San Mamés con la Facultad de Ingenieros.

Realizó edificios para viviendas en la Alameda de Mazarredo y para Alfredo Echevarría la actual sede de la Mutua General de Seguros, en la confluencia de Licenciado Poza y Elcano

Otro edificio a destacar fue el chalet Bidarte en Deusto, zona de expansión residencial

Fuera de Bilbao y por la provincia realizó notables edificios, aunque haya que lamentar que no construyera nada para la tierra encartada de uno de sus progenitores, salvo el Panteón para la familia Arteche en el Cementerio de Balmaseda, hacia 1880.

                Realizó el hoy desaparecido Club Marítimo del Abra, en Getxo, el cementerio de Portugalete y su capilla, hoy desaparecida y varios edificios residenciales en Castro Urdiales, entre ellos la Casa de los Chelines, frente a su ayuntamiento y junto a su discípulo, Leonardo Rucabado, importante arquitecto castreño, que trabajaría mucho en el Segundo Ensanche de Bilbao, en Indautxu.

Otros edificios reseñables son el Palacio de Oriol de Santurtzi, hoy día sede de un hotel de lujo sobre el Abra y el Casino de Bermeo.

Al margen de su actividad como arquitecto, fue académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, vocal de la Comisión de Monumentos de Bizkaia y Presidente del Centro de Arquitectos.

                Gran amante de la cultura, la música y sobre todo la ópera, a una de cuyas representaciones estaba a punto de acudir en París, cuando le sobrevino un ataque y falleció hace ya 107 años.

                Bibliografía y fuentes documentales.

 

                BASURTO FERRO, Nieves. El primer Ensanche de Bilbao. Oportunismo y vacío legal. San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1993.

                -Los maestros de obras en la construcción de la ciudad. Bilbao 1876-1910. Bilbao, Bizkaiko Foru Aldundia, 1999.

                -El Arquitecto Leonardo Rucabado y la arquitectura montañesa. Santander, Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, 1986.

                GARCIA DE LA TORRE, Francisco y Bernardo. Bilbao Arquitectura. Bilbao 2010, García de la Torre Arquitectos.

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