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Txomin Etxebarria Mirones 1947

sencillo.

La importancia de esta entrevista reside en que tenemos la seguridad de que los hermanos Etxebarria Mirones pasarán a la historia de Balmaseda con letras mayúsculas, pero como en tantas y tantas ocasiones, el tránsito hasta el reconocimiento será un tortuoso camino. Un sendero que comenzaron a recorrer juntos dos hermanos y que desde hace algún tiempo continúa Txomin en soledad.

Quijote de nuestros tiempos lucha contra molinos de considerables dimensiones, una batalla encarnizada contra lo que él considera una manipulación de nuestra historia. La Diputación Foral de Bizkaia, Euskaltzaindia o algunos ayuntamientos no se libran de las críticas de nuestro amigo.

En esta guerra hubo mil batallas y algunas hicieron hincar la rodilla a nuestro invitado, quizá un par de citas en este prólogo  puedan clarificar el escenario que nos rodea.

“Recuerdo que hice un viaje rápido a Balmaseda,  fui al cementerio a despedirme de mis padres. Me marché. Recuerdo lo doloroso que era porque soñaba con Balmaseda, y dentro del sueño soñaba que había vuelto a Balmaseda y me abroncaba a mí mismo, por haber roto la promesa.”

“…en el año 96 estuvimos a punto de subir a Pandozales y públicamente quemarlo todo y además anunciarlo, por tanta animadversión que había hacia nosotros.”

Las citas las extraemos de la propia entrevista y deja en evidencia la disputa interna entre el amor a Balmaseda, y el abatimiento por el linchamiento que sufría junto a su hermano Jesús. Su cariño por Balmaseda por ahora ha sido más fuerte.

Dos citas más, éstas extraídas de su libro Balmaseda en 1487: toponimia y lengua (2007), nos harán descender a las trincheras,  y es que la Toponimia es la chispa  que provocará la mayoría de las refriegas en la que nos vamos a envolver.

Euskaltzaindia afirma que “la repoblación o conquista astur-leonesa supuso la sustitución de muchos nombres vasco.”

 Txomin dice que nunca se ha podido probar tal extremo y responde así: “…en este trabajo se pretende resaltar la realidad lingüística de Balmaseda, desde que tenemos noticias documentadas, abundantes ya desde 1487, siglo XV. Realidad lingüística que contrasta con otras afirmaciones hechas por una institución como Euskaltzaindia y un miembro de Euskaltzaindia, su actual secretario, Xabier Kintana.”

Las controversias no acaban con el asunto de la toponimia, sino que hay datos históricos que también dan lugar a la polémica, a continuación se cita al que fuera regidor de nuestra villa.

“Sobre este particular, Joseba Zorrilla, alcalde de Balmaseda, en el prólogo del libro Instantes de una Villa. Balmaseda, escribe: La Villa de Balmaseda presume con orgullo de ser la primera de las villas fundadas en el territorio Histórico de Bizkaia, aunque fue fundada en territorio histórico de Castilla…”

Citas aparte y dejando para su análisis si Balmaseda pertenecía a Castilla en el año de su fundación o de si alguna vez se habló euskera entre sus gentes, les vamos a presentar, para los que no tengan el gusto de conocerlo, a un personaje interesante donde los haya. La obra de este maestro de profesión es extensa, pero lo más curioso es que su método de trabajo sigue siendo el de antaño. Nada de ordenadores, a bolígrafo. Sí, han leído bien. Pero además es un investigador que se mueve en transporte público o haciendo auto-stop. Si tienen la suerte de verlo con su pulgar en alto por alguna de nuestras carreteras, no duden en parar. Tendrán la suerte de tener a su lado un conversador alegre e incansable, con un conocimiento de nuestra particular cultura fuera de lo común.

Sin dilación se muestra cómodo en la entrevista. Una vez sabe de quienes somos hijos, ya tiene en su cabeza nuestro particular árbol genealógico, no tiene dudas de quienes son nuestros padres o nuestros abuelos. Sabe que  nuestros antepasados no son balmasedanos. “Los apellidos de aquí son otros”.

Y es que de ciertas cosas relacionadas con Balmaseda, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que probablemente nadie sepa más que Txomin.

Antes de que podamos poner un orden a la entrevista Txomin ya nos deja retazos de la situación política de una época concreta, donde varios balmasedanos de grandes convicciones nacionalistas, acabaron formando parte de ETA y del que posiblemente en breve espera dar cuenta escrita, en un futuro libro.

Comenzamos. Sin preguntar nada, nos deja retazos de lo que fueron los 60 en Balmaseda.

Koldo Zulaika es el que más sabe de todo esto porque el PNV al acabar la guerra siguió funcionando.  A los socialistas y a los comunistas les limpiaron el forro y sufrieron mucho más. Hay una lista de personas José Miguel de la Fuente, José Julián Pascual, Miguel Ángel Orrantia, Guti,…

La bomba en el autobús de plomos la puso Guti y tuvo que pasar el rio para escapar. Creo que los primeros miembros de ETA en Balmaseda fuimos mi hermano y yo. El otro día estuve comiendo con Zulaika y con Miguel Ángel Orrantia y me confirmaron que hacia el año 66 o así. Es una historia que está sin hacer y además que hay muchos datos, porque este Miguel Ángel Orrantia fue una pieza importante dentro del engranaje de ETA, José Miguel de la Fuente fue  un intelectual y José Julián Pascual fue un miembro activo.

Esto es ya parte de la historia porque empieza hacia el año 66, también es verdad que hay gente a la que ya no le gusta hablar de ello porque yo he tanteado a alguno y…

Ahora tiene otras connotaciones.

La diferencia es que en Balmaseda no se mató a nadie, bombas si se pusieron, y además se hizo hasta que llegó esto que llaman la democracia. En lo de ahora no me meto. Está el chaval de Rivero, que está en la cárcel...Pero eso es ya otra historia, mi idea es hacer algo en torno a los años 60 y 70. ¡Ya veremos si sale!

Bueno ahora vosotros preguntad lo que queráis.

Nos interesa el principio, cuando comienza tu interés por todos estos temas culturales, tu despertar político.

Mi infancia fue feliz. Era el franquismo, una dictadura férrea, el pueblo de Balmaseda estaba paralizado, aquí no había nada de resistencia quitando al PNV que siempre han estado ahí haciendo cosas. En los años 40 y  50 el pueblo convivía,  ya se habían amigado las derechas; el PNV, los tradicionalistas y falangistas  tenían un común denominador que era la iglesia. Estaban unidos por ejemplo por los Maristas, eran ex alumnos, era la adoración nocturna. Existía en aquel entonces Acción Católica. Yo recuerdo por ejemplo, que en los ex alumnos maristas mi padre era secretario y Roberto Rodé que había sido de derechas era el presidente. Entonces convivían y hay abundantes fotos por ahí de los ex alumnos, todos mezclados. Marzagón que había sido requeté o todos los que habían sido falangistas o de derechas. Además los nacionalistas en Balmaseda al acabar la guerra, la mayoría se entregan. Algunos fueron a la cárcel, pocos, y la mayoría pasa a Batallón de Trabajadores, que son excombatientes para el ejército de Franco.

¿La convivencia era normal en el día a día?

Sí, es lo que yo tengo oído. Es verdad que los rojos por decirlo así, los de izquierdas, no entran en esa convivencia y se quedan al margen, porque son perdedores y porque son de otra ideología.

Recuerdo que cuando era niño había que ir a misa de nueve a la parroquia y entonces al día siguiente en los maristas preguntaban quien no había ido. Los que no iban siempre eran los mismos y se les castigaba o se les llamaba la atención. Se les abroncaba y nosotros como nos daban pena les decíamos que dijeran que el cura vestía de tal manera y que había dicho esto o lo otro, pero ellos se mantenían firmes. Luego cuando he investigado la historia, me he dado cuenta de que eran los hijos de los rojos. Hasta los propios hijos tenían una cierta dignidad.

Como decía mi juventud fue bastante feliz. Nuestros padres no hablaban mucho de la guerra por lo que sea. Yo creo que había una cierta transmisión espiritual, algún gesto, alguna mirada o algún comentario, algo había que yo ahora no sabría precisar qué. A los que éramos hijos de nacionalistas nos iban involucrando en esa ideología. Además coincidía que cuando nosotros teníamos veinte años eran los años  60, la revolución de mayo de Francia y que todo joven por principio es revolucionario, encima estábamos en una sociedad que era una dictadura. Creo que todo eso influía y entonces tendíamos hacia el nacionalismo.

Yo concretamente que nací en el 47 cuando tenía 17 o 18 años pues ya empecé. Recuerdo como anécdota que cuando tenía 16 años un hombre con pinta de señor, con traje, que me miraba raro en la calle La Cuesta y yo pensaba por qué me miraría así.  Luego me enteré que era Tachín Rodenas el que entró arrastrando la ikurriña en Balmaseda. Pues me miraría diciendo este es hijo de tal y aquí vienen estas nuevas generaciones, digo yo. Sin embargo los Puentes que tenían un taller de muebles, donde vivía el veterinario, eran hermanos de un fusilado, pues esos me miraban de otra manera. En aquel entonces no era consciente pero luego cuando vas investigando pues te das cuenta.

Entonces en el año 66 entramos un poco en las juventudes nacionalistas de EGI. Era Koldo Zulaika precisamente el líder aquí en Balmaseda. El otro día comiendo me recordaba que vino de la mili en el 66: “todavía me acuerdo yo Txomin, que estabais sentados en la plaza y que pasaba yo que venía de la mili y me dijiste: ¡Koldo ya no vamos a ser del PNV, ahora vamos a ser de ETA! , que vosotros no hacéis nada, y encima a grito pelado.” Algo harían pero lo de ETA era más emocionante.

¿Como hacia uno para entrar en ETA en aquel tiempo?

Una forma de captar personas eran los grupos de danzas. Se montaban grupos de danzas en los pueblos, entonces todos los que venían a los grupos eran algo vascos o vascas, vasquistas o de tendencia nacionalista. Era una disculpa. Hicimos el grupo de danzas Irrintzi. En aquel entonces uno de los condenados a muerte, Dorronsoro, fue jefe mío en algún momento. En el grupo de danzas, tuve un primer contacto con alguien que no recuerdo su nombre, pero luego un tal Andoni Pérez Ayala que ahora es profesor y que estuvo en la cárcel, fue el que nos captó a mi hermano y a mí. Bueno mi hermano actuó por otra parte.

Entonces los grupos de danzas eran la clave.

Entre los que entraban a los grupos, siempre había alguno al que se podía captar. Por eso yo me dedicaba a ayudar y a colaborar con los grupos de danzas de Sodupe, de La Quadra y de Sopuerta. Yo y algún compañero del grupo Irrintzi íbamos a enseñarles.

Recuerdo que Zulaika que no era tonto y otra gente del PNV sabían que nos dedicábamos a captar militancia. Nos dejaban hacer. Recuerdo que un día fui a La Quadra, a la iglesia donde ensayábamos y no había nadie, absolutamente nadie. Habían tocado trompeta y habían dicho que no fuera nadie cuando llegase Txomin y eso se cumplía a rajatabla.

Como anécdota hace poco fui a dar una charla a Galdames  y no estaba ni la que abría la puerta, que por lo menos podía estar allí para recibirte. Es solo una anécdota.

Fui a la estación a coger el tren entonces apareció un chavalito por allí y me dijo: -Txomin que no se entere nadie que he venido a avisarte pero que ya no quieren que vengas por aquí, han cogido uno del "Goiherri" que es mejor que tú- Yo sabía poca cosa, pero joder me lo podían haber dicho antes. Ese chico es un tal Legorburu que posteriormente fue una alto cargo de Herri Batasuna.

¿La labor vuestra dentro de ETA era la captación?

No, igual ETA no nos mandó hacer eso, sino que era cosa nuestra. No sé, recuerdo que en La Quadra había chávalas majas, era una forma de relacionarse.

Luego ya en el año 67, surge una generación nueva y tratamos de hacer un grupo de danzas. Teníamos un local arriba de las fuentes que luego se usaba para más cosas. A ese local que era de Llaguno se le ha estrujado mucho, ha sido  un local muy aprovechado.

Hicimos un grupo cultural en el cual la actividad principal era el grupo de Danzas Irrintzi y la revista Itzartu. Se trajeron algunos conferenciantes, algún teatro, algunos músicos, y se empezaron las primeras clases de euskera, que yo sepa, de forma pública. Esas clases de euskera las daba precisamente yo que estaba estudiándolo y lo poco que aprendía lo enseñaba. Aunque he sido maestro, porque recuerdo que en aquella época hice un esfuerzo tremendo,  me di cuenta que no valía para ello, porque me fallaba la memoria. En fin, que a pesar de que he sido maestro y que lo he intentado no me ha sido posible. Lo poco que sabía lo enseñaba, era más una prueba de rebeldía.

¿La revista era local?

Sí, mi hermano era el responsable de la revista y colaborábamos con él. Algunos nos mandaban artículos. Entonces esas clases de euskera se terminaron cuando llegó un día la Guardia Civil, concretamente el capitán Domínguez Arrieta.

Un día hubo un referéndum, por orden del PNV, concretamente de Zulaika, nuestra misión era controlar la gente que iba a votar para demostrar luego lo que habían estafado, lo que habían hinchado el voto, y resulta que me detuvo en la plaza donde tenían una oficinilla. Me cacheó.

Yo llevaba una ikurriña en la cartera pero no la vio. Me preguntó qué órdenes teníamos de nuestros jefes y qué hacíamos allí en el San Juan controlando la votación. -Pues por curiosidad para saber quién va a votar y quién no- le dije yo.

Entonces Domínguez Arrieta se presentó en el local y preguntó que era aquello. El local era de la parroquia que no sabía nada prácticamente y entonces se acabaron las clases de euskera. Cuando detienen a mi hermano en el Aberri Eguna del 68, el 14 de abril, pues se acaba todo. El grupo de danzas sigue algo por inercia, pero se acaban las clases de euskera, se acaba Itzartu, y se acaba todo.

Yo me tuve que escapar porque aquel día se habían repartido unas octavillas en el pueblo, se detuvo a dos chicas y a mi hermano. Yo estaba esperando a que me detuvieran y les vi venir,  vivía en la calle La Cuesta. Les vi venir y me fui por la parte de atrás que tenía salida al monte. Llegué como pude hasta Colisa (Kolitza), luego hasta Mercadillo en el Valle de Mena. En Mercadillo no sabía qué hacer y me metí en la estación del tren a dormir. Estando allí oí ruido de gentes y pensé, joder, ahora vienen con perros a por mí. Eso era ya una paranoia. Era gente que venía a robar carbón.

Entonces escapé monte arriba, esa noche la pasé en el monte. Ósea que yo he pasado una noche en el monte, debajo de un árbol, acojonado, porque la noche en el monte todo son ruidos, de quimas que se rompen, del viento, etc. Ya a la mañana siguiente no sabía dónde ir y me fui hacía el Crucero de Montija.

Vaya paliza, desde Balmaseda hasta el Crucero de Montija.

Tuve opción de quedarme en Pandozales, porque un pariente se ofreció a esconderme, pero tenía tanto miedo que le dije que no,  que me dejase algo de dinero y que avisase a la familia al día siguiente o cuando él viese. Le dije que iba a Santander que tenía allí familia.

A la mañana siguiente, era lunes, llegué al Crucero de Montija y paré a una especie de furgoneta para ver si nos podía bajar a Gibaja a la estación, a mí  y a otro chaval que venía todo contento porque se había licenciado de la  mili.

Me dijo:- yo a ti te veo un poco,…-fíjate con barro, sin dormir, y leí en la Hoja del Lunes que llevaba: “ETA pone tres bombas en Bilbao” y dije: -¡mecagüen diez!-, ahora pensaran que el responsable he sido yo”.

Luego volví  y mi madre fue al cuartel. Mi madre era la que parlamentaba con la Guardia Civil y le dijeron que contra mí en principio que no tenían nada, que sabían que andaba ahí pero que no tenían pruebas.

Posteriormente de esto, hace unos meses, un guardia Civil que se llama Israel, estando yo pegando carteles para un libro en Zalla me llamó: -¡Etxebarria!- ¿Qué le vas a decir a estas alturas de la vida? Y  hablando un poco le pregunté: -¿en aquella época yo estaba fichado? Me dijo: -tú eras el jefe de ETA o ¿te crees que no lo sabíamos?

-¿Y cómo no me detuvisteis?- porque no teníamos pruebas-. Eran muy demócratas.

Eso fue en el 68. Mi hermano estuvo en la cárcel año y medio. Estuvo en Basauri, también en Madrid donde coincidió con Marcelino Camacho el famoso sindicalista, que cuentan que tenía un buen jamón. Luego estuvo en Teruel. Mi hermano salió con una úlcera de estómago y esa úlcera en el año 99 le llevó a la muerte. Se complicaron una serie de cosas y a raíz de aquello, murió.

Ya después yo fui a la mili en el 69.

¿A la mili irías ya marcado?

Pues cuentan que alguien de la Guardia Civil dijo: -¡que vaya, que vaya! qué buena ficha lleva para allá abajo. Recuerdo que al llegar al Sahara, nada más desembarcar uno dijo: -¿quién es Txomin Etxebarria?- Yo dije: -No, no, Domingo, disimulando un poco y luego me dijo. -¡Gora Euskadi Askatuta!- era amigo de no sé quién.

Como anécdota recuerdo que allí eran tan espabilados, que ponían a la vez las clases de analfabetos y las clases a los maestros para cabos, es decir, que los analfabetos estaban sin maestros. El único maestro que estaba para analfabetos era yo. Cuando dieron la lista de maestros que iban para cabos, a mí no me dijeron nada y yo callar. Hasta que un teniente me dijo: -¿tú qué haces aquí? si tenías que estar allí.- Yo no sé nada mi teniente,  a mí no me han nombrado.

Se ve que investigó algo y estando ya en el cuartel, (primero era el campamento, luego ya era el cuartel), el teniente coronel muy enfadado nos juntó a todos en su despacho y preguntó al teniente porque yo no estaba para cabo. Yo callado, no sé qué diría aquel pero todos los  maestros estaban para cabos menos yo.

En aquel tiempo, en la mili había un cura muy majo que era de Ciudad Real. Era una buenísima persona y le conté lo de mi hermano, porque estando yo en el Sahara mi hermano estaba preso. Lo meten a la cárcel con diecinueve años, sale con veinte y pico o veintiuno y le toca la mili.

En principio le había tocado Burgos por sorteo, pero estando yo en la mili me llama uno de la oficina y me dice:-¡Oye Txomin! ¿Quién es, un tal Jesús Etxebarria Mirones? -Pues quien va a ser, mi hermano -le mandan aquí.

Justo donde yo estaba, que era un batallón de castigo. Yo estaba normal, pero éramos como vigilantes de otros que estaban allí. Le mandaban allí y mis padres hicieron alguna gestión ante Goikoetxea que fue el que inventó el tren Talgo.

¿Era de aquí?

Trabajó en la Robla. En el tema del Talgo, mi padre como era delineante y él era jefe pues tenían alguna relación. Fue quien entregó el Cinturón de Hierro de Bilbao. Mis padres fueron a Madrid y él contestó que no estaba bien visto, como había sido traidor aunque hubiera sido a favor de ellos, les dijo que no podía hacer nada.

A mi hermano le mandaron al Sahara y yo como con el cura aquel me porté bien, porque le ayudé bastante, hacíamos murales, cosas culturales, hablábamos, dábamos alguna charla, colaboré mucho con él y le dije: -¡coño! Échale una mano a mi hermano cuando venga, que está todo jodido, tiene una úlcera. No le han dejado aplazar y viene el hombre…Me dijo que sí, que haría lo que pudiera.

La misión de estos corregidos era por la mañana hacer un montón de arena con una pala y por la tarde con la misma pala quitarlo, que hay que joderse, por lo menos podían hacer alguna carretera o algo útil. Estando allí una mañana llegó el asistente del coronel a por mi hermano y le preguntó a ver si quería ser su asistente y dijo que sí claro. A pesar de todo pasó una buena mili. Luego les pillaron una propaganda y estuvieron a punto de mandarles al último rincón del Sahara o procesarles.

¿Había propaganda allí?

Sí, a pesar de ser un cuartel también entraba propaganda y fue este mismo cura el que arregló el asunto. Ahí teníamos cuadernos para el diálogo. Había una radio que pasaba de mano en mano, donde escuchábamos Radio Pirenaica, en fin, también había droga, claro.

En el año 70 vengo de la mili. Miguel Ángel Orrantia estaba en plena actividad y vuelvo a entrar en ETA. En el Sahara me voy enterando de lo que les había ocurrido a José Julián, a Pérez Ayala, que es el que nos metió a todos y yo allí pensando, ¡cómo vengan aquí yo no escapo! Yo no podía escapar a ningún sitio. Pero se ve que no se acordaron de mí y no dijeron nada. Cuando volví en el 70, pues volví a entrar en ETA.

Me detuvieron en el 71. En febrero del 71 nos detienen a unos 40 en todo Bizkaia. Era un estado de excepción y estuve 19 noches en la comisaría, en un chamizo sin ventilación. Allí estábamos un montón de gente y encima algunos fumaban. Recuerdo que la puerta tenía como un tablerillo pequeño y metíamos la nariz para respirar por turnos. Después de las 19 noches nos llamaron a unos cuantos y nos comunicaron que íbamos para la cárcel. Dábamos saltos de alegría porque íbamos a la cárcel, no porque íbamos a casa.

Estuve una primavera, hasta junio. Salimos en libertad provisional, en la cárcel de Basauri. Primero nos llevaron a Garellano y dijimos: -Oiga que el Juzgado no es este. -No, no, es que vais por lo militar. -¿Como que por lo militar? Si solo hemos tirado uno papeles y pintado unas paredes. Si no hemos hecho nada.

Llegamos a Garellano y recuerdo que Rafa de la Fuente y yo íbamos esposados y vimos a uno de Balmaseda que nos saludó, hasta que se dio cuenta. Le hicimos un gesto para que se alejase, para que no le amargasen la mili.

Ya nos metieron por lo militar y recuerdo que el delito era: Ayuda a la Subversión, y Bandalaje y Terrorismo. En aquel momento estábamos unos tres o cuatro de Balmaseda, los demás salieron todos libres y solo De la Fuente y yo quedamos procesados.

Ahora lo cuentas con cierta dosis de humor, pero en aquel tiempo lo vivirías con bastante miedo.

¡Claro! Recuerdo que estaba Rafa muy preocupado, porque él pasó antes y me enseñó un papel, todo pálido y dije: -¿Qué pasa? -Bandalaje y Terrorismo, Ayuda a la Subversión. -¡Joder! Nos fusilan. Luego cuando entré yo les dije: -¡Oigan! Pero si nosotros, solo hemos tirado unas octavillas, repartido una propaganda, pintado una pared y nada más, ¿Cómo nos meten…?  -Nada tranquilos que esto es porque están un poco nerviosos y tal, luego pasáis a orden público y más tarde esto se arregla.

Pero un susto de madre, eso parecían 40 años de cárcel. Luego en comisaría recuerdo que a mi padre le había dado algo a la cabeza y estaba muy delicado de salud; andaban buscando la famosa multicopista, no sé si la de José Julián o pensaban que había más. Ellos me preguntaban por la multicopista y yo les decía que no sabía. Decían :-pues detener al padre. -¡A mi padre no por favor!

Aquello era un teatro por ambas partes. Recuerdo que yo estaba sacando el pasaporte y bajó el jefe supremo un tal Saiz que era de Reinosa y me preguntaba que para que lo quería. Le dije que para ir a Cuba. -¿Has dicho a Cuba?- Rasgándose las vestiduras. -Pero déjeme hablar-. -Habla, habla.- Pues es que yo siento que soy socialista pero es que no sé lo que es. Han dicho que en Cuba está el socialismo, igual resulta que voy a Cuba y dices esta mierda hace el socialismo, o no, esto tan  bueno es el socialismo. Se encogían de hombros.

Otra anécdota; en la comisaría había un portugués y decía que teníamos que fugarnos. Allí había unas tuberías de desagüe y proponía que nos subiéramos uno encima del otro, arrancáramos un cacho de tubería, llamásemos al poli para ir al váter y principiáramos a ostias con él. Sí, porque  cuando querías ir al váter tenías que llamar al poli.

Después de la cárcel seguí un poco en ETA todavía, entonces Miguel Ángel, Guti y todos estos se van al exilio. A mí me increpaban diciéndome que era el único que en vez de ser captado se mete por sí solo, porque de la parte primera del 66 y 67 no supieron nada.

Estuve una primavera de febrero a junio, allí estaba José Julián esperándome, también Cañive.

¿Qué actividad teníais en la cárcel? José Julián Pascual nos comentó que a pesar de la dureza de la cárcel, a él a nivel político que le vino bien, que pudo enriquecerse al tener contacto con otras gentes.

Efectivamente ahí estaban los de CCOO que a mí me mandaron darles clases porque era maestro, encantado de la vida. A mi aquella gente sí que me llamó la atención porque eran hombres hechos y derechos. Nosotros al fin y al cabo teníamos la sopa boba y éramos jóvenes, bueno José Julián no. Esos eran hombres hechos y derechos de 50 y 60 años, obreros. Aquello a mí me llamó mucho la atención, porque yo pensaba que aquello de la cárcel era cosa de jóvenes. Con ellos nos relacionábamos y hablábamos.

Como anécdota de la cárcel, yo no había comido marisco en mi vida, ni gambas ni percebes, y eso en la cárcel entraba de los pescadores de Lekeitio  y de Bermeo. Como los presos éramos vascos y había gente de la zona pues entraba de esa comida que yo nunca había comido. De mi casa llevaban una gallina con tomate y  fresas. Las fresas eran muy cotizadas. Recuerdo que había un guipuzcoano pudiente que llevaba un balde azul lleno de cosas.

Así que os dejaban meter cualquier comida.

Sí, entonces lo que llevaba cada uno se repartía, se ponía en una mesa, comíamos por turnos. Lo que no dejaban meter era vino, había que beber lo que te daban allí.

En la cárcel había televisión en blanco y negro y allí veíamos películas de Joselito y Mari Sol. Se daban clases de euskera y se leían los periódicos, creo que eran El Correo y La Gaceta. Recortaban alguna cosa que no querían que leyésemos. Había también biblioteca.

Por lo que estás contando no era tan dura la estancia en la cárcel.

No, no te pegaban ni nada de eso, en ese aspecto estabas bien, podíamos leer libros, cartearnos, ver la televisión hasta las nueve, comías bien porque llegaba de nuestras casas las comida y de esas personas solidarias que te mandaban comida, salíamos al patio, paseábamos, hablábamos, y teníamos reuniones. Las mismas reuniones que hacíamos clandestinamente en la calle las hacíamos allí. Nadie te podía impedir planificar el futuro. Hacíamos gimnasia a la mañana.

¿Gimnasia obligada?

No, por nosotros mismos. Yo no quería hacer, entonces me abroncaban, pero había que mostrar alguna rebeldía ante los nuestros propios y luego había que hacer alguna huelga de hambre y yo decía que hicieran los de la calle que encima que estabamos allí. A mí me entraban unas pájaras, que me moría. Todavía hoy cuando voy por ahí me entran unas pájaras que me muero.

Salí de la cárcel y todavía estuve algo en ETA, luego ya me casé en el 73 y poco a poco ya sabéis, pero el que con 18 años no es revolucionario no tiene corazón y el que después no sienta la cabeza no tiene cabeza.

Luego en el 70 y tantos mi hermano y yo volvimos a hacer Itzartu. Hicimos el Itzartu, pero luego surgen el Egin y el DEIA.

¿El Itzartu como se repartía?

En el año 68 era una revista semi-clandestina pero la llevabas debajo del brazo por la calle. Entonces se vendía a un duro, lo que valía el papel.

¿Y dónde la hacíais?

No lo recuerdo, pero supongo que en la famosa multicopista. Ahora en el libro que hago pongo una editorial, un artículo de una obrera que sufre y luego titulares de artículos, recuerdo que uno de ellos era: “Tiene la policía confidentes en Balmaseda”. Había  cosas que escribíamos que eran un poco de inconscientes, pero no, con aquella revista no pasó nunca nada. Entonces en el 78 se sacaron unos pocos números y ya lo dejamos, porque ya estaba el DEIA, el Egin, en fin, ya había llegado esto que llaman la democracia y había más posibilidades. Nosotros seguíamos investigando porque habíamos cambiado ya la política, por la cultura, por la historia. La política como ya había partidos  lo dejamos.

Ese proceso será complicado, cuando se entra en una organización todo el mundo te recibe con los brazos abiertos pero el dejarlo.

No, no pasó nada, porque lo dejamos poco a poco. Como anécdota recuerdo que la policía me preguntaba de que ETA era, y no lo sabía, esa era la verdad porque había tal lio, que si quinta que si sexta. Ni se me había ocurrido pensar en cual estaba, ¿ibas a luchar? Pues no.

¿No tuvisteis por parte de la Organización  la proposición de hacer alguna acción de otro calado?

No, lo único que tuvimos aquí, en las casas parroquiales, que era donde nos solíamos juntar,  fue una pistola que nos llegó una vez. Nos la pasábamos de unos a otros, pero solo eso. Sin embargo alguien de Balmaseda sí fue algo activo, aunque no lo sé seguro. Le he preguntado si había matado alguno y la respuesta fue: -eso Txomin no se pregunta. Entonces no lo sé.

Es de entender que no lo quiera decir.

Claro, si ha matado no lo va a decir. Es igual que cuando preguntábamos a nuestros padres si en la guerra habían matado a alguno y siempre decían que no sabían, que se tiraba de lejos.

Entonces empezamos a investigar porque nos dimos cuenta que sobre las Encartaciones, que es una zona fronteriza, y las zonas fronterizas son más ricas en aspectos lingüísticos tradicionales no se había investigado. Por parte de algunos se había pretendido que las Encartaciones eran el Valle de Arratia  o algo así. No, las Encartaciones tiene una parte vasca Gordejuela, Galdames, Güeñes y hablando de tradiciones y lingüismo una parte cántabra, la parte de occidente, Trucios, Arcentales, Lanestosa, Carranza, Valle de Villaverde. Allí hay aspectos lingüísticos y de tradiciones que no existen en el resto de las Encartaciones, ni en el resto de Vizcaya, porque son tradiciones cántabras. Como la danza de arcos de Lanestosa, o como las marzas, las pastas, los sacramentos, etc.

¿Balmaseda también la incluyes en esa parte occidental?

No, Balmaseda es una cosa rara, aquí estamos influenciado por la Robla, gente de León,…

Sí, pero eso es posterior.

De eso hace más de 100 años, viene gente de León con apellidos como García, Gutiérrez, todos estos que andan por aquí.

Lo que llamaban los maquetos.

Sí eso es. Curiosamente los vascos en Balmaseda somos los maquetos también, porque todos los apellidos vascos que hay en Balmaseda desde el Salaberri hasta el Aldai pasando por el Etxebarria han venido de fuera, ninguno somos oriundos de aquí. Además nosotros lo tenemos reciente, sabemos que nuestro padre, nuestro abuelo, nuestro bisabuelo o nuestro tatarabuelo, uno de esos es el que ha venido a Balmaseda, y sin embargo los apellidos de aquí son Lapuente,  Lavín,…

Entonces un pariente mío le decía a su mujer que era Bárcena que era maqueta. -No, dile a tu prima que los maquetos somos nosotros que somos los que hemos venido de fuera.

Balmaseda, como es una villa es un poco diferente, es un sitio lleno de gente de paso, gente de comercio. Pero la zona occidental quitando el sentimiento de la gente, lógicamente, que son tan vascos como en cualquier otro lugar. Entonces ahí nos dimos cuenta de que por querer unificar todo se había mentido, se había tergiversado, cambiado la historia, pero como eran cosas que gustaban pues ahí se habían quedado desde hace siglos. Lo meditamos; si somos primero revolucionarios y si somos historiadores, hay un dicho que dice la verdad es siempre revolucionaria y la verdad os hará libres. Tenemos que pelear por la verdad y luego que cada uno sea lo que quiera ser, pero que conozca la realidad. Yo sé que soy así pero quiero ser esto.

Ese discurso seguramente os habrá creado más enemigos que el haber pertenecido a ETA.

Sí, tuvimos muchos disgustos. En el año 96, por una serie de disputas relacionadas con estos asuntos, me exilié, dije ya no voy a volver nunca más ni a Balmaseda ni a las Encartaciones, ya se acabó, y estuve dos años sin venir.

¿Dónde estuviste?

En Basauri, vivía allí. Recuerdo que hice un viaje rápido a Balmaseda y fui al cementerio a despedirme de mis padres, vine rápido, y hablé con alguno y se acabó. Me marché. Recuero lo doloroso que era porque soñaba con Balmaseda, y dentro del sueño soñaba que había vuelto a Balmaseda y me echaba una bronca por haber roto la promesa.

Fijaos en esos pobres exiliados que andan lejos de su pueblo, lo mío era voluntario al fin  y al cabo. Y en el año noventa y tantos cuando habían pasado dos años, mi hermano me enseña el borrador de un libro que era Tradiciones y costumbres de Las Encartaciones, que es el libro más gordo que hemos hecho, con toda la comarca de Las Encartaciones, y fue la disculpa para volver. Me acuerdo que hicimos abonados para el libro y se apuntaron unas 500 personas y vendimos más de 1300 a 3000 pts. De eso hace más de 15 años. Hoy día si vendo 80 que es lo que tengo que vender para cubrir gastos, contento.

Cuando empezamos a investigar empezamos a tener disgustos, ahora la cosa está ya más tranquila.

Por ejemplo Tontxu Campos que era consejero de cultura cuando se hizo el Ibilaldia en Balmaseda hace uno años,  dice: “Balmaseda dejó de ser euskaldun a finales del siglo XIX,..”  Balmaseda no ha sido euskaldun nunca, que sepamos, que haya datos documentados, toponímicos. Otra cosa es que vuestro bisabuelo o mi tatarabuelo vinieran y hablaran euskera. De hecho cuando era niño lo hablaban Menoscuarto, el Tolosano, Maruri, que lo aprendió, Irazabal,…

Hace poco en el DEIA un historiador  de esta tierra escribía un artículo, en relación con una crónica del año 900 en que se cita Supuerta y Karrantia.  Esa es la noticia más antigua que tenemos de algo relacionado con las Encartaciones. Ahí se ve que esta zona estaba relacionada con Asturias. Luego hubo una época en que estuvo relacionada con Navarra porque estamos en el medio. Ese escrito viene a decir que en las Encartaciones se hablaba euskera, y menciona 5 o 6 topónimos vascos, que efectivamente existen, porque Gordejuela está lleno de topónimos vascos, o Güeñes, o la parte Este de Galdames, pero más allá no. Entonces estaba hablando de Sopuerta y de Carranza. En Carranza hay curiosamente topónimos exactamente iguales a los asturianos, pero no del castellano sino del bable asturiano, eso quiere decir que esa cultura llega hasta aquí. Y mandé una carta al DEIA, haciendo una aclaración y no me la publicaron.

Pero yo preparo un libro que se titula Escritores y escritos sobre Las Encartaciones puntualizaciones y correcciones, tengo ya una lista, y no de cantamañanas sino de gente preparada. El mayor tergiversador de la historia de Las Encartaciones, que es un cura, en la revista Euskera órgano oficial de Euskaltzaindia se mete con mi hermano y conmigo, ¡Él!, que es el mayor tergiversador de la historia de Las Encartaciones con nosotros que intentamos ser veraces, ¿Por qué? Si no tenemos ningún poder político, ningún poder económico ¿Por qué vamos a engañar a la gente?, ¿a santo de qué? Y además digo con frecuencia en mis libros que si alguien detecta un error que me lo diga y yo lo corrijo inmediatamente.

Entonces le mando una carta a Euskaltzaindia haciendo una rectificación de lo que ha dicho el otro, y que no, que no nos publican, ¡pues vaya demócratas de las pelotas! Como consecuencia saco un libro, Euskaltzaindia y el euskera en Las Encartaciones, fantasías y contrastes, es decir que la propia Academia de la Lengua Vasca dice cosas que no son ciertas.

¿Por falta de rigor en la investigación o interesadamente?

Por falta de rigor. Dicen por ejemplo que Balmaseda fue euskaldun hasta el siglo XVIII. Entonces la pregunta es ¿Cómo lo sabes? Si yo soy académico de la lengua china y digo que en Balmaseda se hablaba el chino en el siglo XVII, y vosotros decís: ¡qué raro si nunca hemos oído que en Balmaseda se hablara el chino!, y alguien te dice que no me discutas porque soy académico de la lengua china, pues yo digo que sí, y le discuto porque yo no he oído que en Balmaseda se hablará chino en la puta vida, y le dices:- oye académico de la lengua china eso habrá que demostrarlo. Eso es lo que he hecho yo con ellos, lo que pasa es que no lo pueden demostrar. Es más yo he sacado dos libros sobre el euskera, uno en relación al famoso mapa de Kintana, que se ve en las ikastolas. Ahí se dice que en el siglo XII era euskaldun no solo Las Encartaciones sino el Valle de Mena y el Valle de Soba. La pregunta es sencilla ¿Cómo lo sabes? Entonces yo  aporto documentación para contradecir eso. La toponimia, la más antigua, porque en Balmaseda tenemos un documento de 1487, en el que hay unos 500 topónimos ¡pues toma topónimos!, ¿Cuántos hay vascos? Pues ahí arriba hay un Zornoza, un caserío que sabemos que estaba habitado por uno de Markina, que no lo sabemos, pero que seguramente lo puso él, y no hay más. Luego Arbaliza que sabe dios lo que será.

También desde la Universidad de Deusto han hecho algún mapa y en Lanestosa por ejemplo en un lugar que se llama Molino del Campo, pues ellos ponen Kanpo Errota y donde pone rio Cadagua, ellos ponen Kadagua ibaia y donde pone monte La Garbea ellos ponen La Garbea mendia, ¡Claro! y tú me dices mirando el mapa ¡Joder Txomin! Si en el mapa hay una pila de nombres vascos, pero eso es como si donde pone Etxebarria ponemos Casanueva y decimos ¡vaya pila de nombres castellanos hay!

Por ejemplo en el caserío de los Alday, en el Arroyo, hay una inscripción en euskera pero eso para la historia no vale, eso es posterior. Hay uno en Pandozales que se llama Aretxe porque lo trajo uno de Hernani. Ese se llama Aretxe de verdad, hay que ver quien trae el nombre.

En Carranza había un Zabala, a mí me llama la atención que en Carranza haya un Zabala, entonces el investigador honrado, el revolucionario, va hasta Aldeacueva y como no tengo coche llego allí y subo 6 o 7 kilómetros andando y los bajo, pero lo investigo. Llego allí y digo: -¿aquí hay algún lugar que se llama Zabala? y me dicen:- no, aquí lo que hay es una cabaña que pertenece a José Zabala. O en Arcentales  un  lugar que se llama los Parrales o las Parras y no Pikasarri. Pikasarri es el que vive allí que tiene un chalet con ese nombre. En fin, esa es la pelea que hemos tenido siempre, que algunos la han entendido y otros no.

Lo que ocurre es que las personas tenemos sentimientos y es lo que nadie nos puede doblegar. Somos lo que queremos ser, pero es bueno saber lo que hemos sido. No lo que queremos ser porque nos han engañado. Esa ha sido nuestra pelea y que nos ha dado disgustos.

He hecho dos libros de Güeñes, no me han comprado ninguno. He hecho tres libros de Lanestosa ni el viejo ayuntamiento ni el nuevo me han comprado ninguno. He hecho un libro sobre Gordejuela que encima les di una charla y que les puse el nombre de Gordexola en el título, para hacerles un poco la pelota, pues nada, tampoco me han comprado ni un libro y el último de Balmaseda con este nuevo concejal de cultura que es amigo mío pues tampoco. Podría haber comprado uno para la biblioteca por lo menos. Además que yo procuro no mentir otra cosa es que te guste más o menos. Si el de Arcentales era la toponimia de allí, si yo no me invento los topónimos.

¿Cómo obtienes la información de los topónimos? 

Están documentados en los ayuntamientos. En los catastros de bienes públicos que están abiertos a todo el mundo. Vas a María Díaz de Haro y pides documentación sobre Balmaseda. Por ejemplo en Carranza existe el joyo por el hoyo, la lomba por la loma, llamas por lamas, que son lugares donde hay barro. Existen en todas las Encartaciones 15 o 20 topónimos que acaban en /uco/ o en /uca/, en Carranza debe haber más de 100 o 200, la casuca, el chabaluco, de clara influencia cántabra también hay el /in/ o la /ina/ de influencia asturiana. No habrá un pueblo en Cantabria donde la toponimia sea tan cántabra como en Carranza.

Entonces eso mismo lo fui a hacer en Cantabria,  y fui pueblo por pueblo a coger el catastro. En algunos sitios me decían: -eso no existe aquí- y yo les decía:- ahí lo tienes-, porque conozco el libro. Hice los que están más cerca, Castro, Laredo y Santoña. Un día fui a Vega de Pas y tuve que dormir en Selaya, pagar 6000 pts y a las 6 de la mañana el gallo de los cojones que estaba abajo me despertó y ya empecé a andar. Para llegar a Vega de Pas había que pasar el puerto de la Braguía y yendo para allá me llevó un oficinista de un banco que me preguntó sorprendido a ver a dónde iba. Total que cuando llegué allí la secretaria no estaba. Día perdido.

Se me ocurrió ir a la Central del Catastro de Bienes Rústicos de Santander y hablé con el presidente y le expliqué: -mire es que al ir a los pueblos me ha pasado esto. -¿Y qué quiere usted?- Pues yo venir en Navidad, en Semana Santa, en mis vacaciones, y mirar pueblo a pueblo. -Hijo mío y para qué quieres eso- Pues para un libro de Encartaciones y Cantabria que tenemos una relación,…

-¿Y cuánto tiempo calculas que tendrías que estar para sacar todo eso? Pues 5 años, -y no sabes que pegando así a un botón ahora sale todo.  Y me hizo Cantabria entero y me dijo: -ten, pero te tengo que cobrar 300.000 pesetas.- No me cobró nada, pero me dijo: - esto no se lo digas a nadie.- Con eso hice un libro de Cantabria “El habla montañesa o cántabra en la toponimia cántabra” y luego hice otro para las Encartaciones “El habla montañesa o cántabra en las Encartaciones”, que casi todos los topónimos son de Carranza, Arcentales y Trucios.

¿Entonces tienes trabajo por delante? 

Tengo 20 libros por hacer, lo que pasa que cada vez que hago un libro pienso que va a ser el último porque no se va a vender, del ultimo he vendido 44 y tengo que vender 80 para recuperar. Me fastidiaría mucho perder dinero ya que dedico el tiempo.

¿No tienes ningún tipo de subvención o de ayuda?

No. Yo nunca he tenido ningún tipo de subvenciones para la investigación. El primer libro lo pagó Suso y eso lo tengo que agradecer y además quiero que esto conste, que Jesús Suso se portó bien con nosotros, que nos editó el primer libro de la Semana Santa, que es la historia de la semana santa,…. Que esa es otra, que si viene de la peste de la Edad Media, que si viene del siglo XII, del siglo XIV, del XVI. Tienen 130 años, que bastantes años son. Es decir que vuestros abuelos o sino vuestros bisabuelos sabían quién inició esa procesión, lo que pasa que a nadie se le ocurre preguntarlo.

¿Sólo?

Esta procesión se inicia  entre 1884 y 1887, ¿Y por qué sabemos esto?, porque hay noticias abundantes. En 1883 se disuelve la Vera Cruz que es la que organizaba  las procesiones y hacen un inventario muy detallado, hasta los tornillos de sujetar a la Virgen de la Piedad, y ahí no se cita nada relacionado con la procesión. Entonces en el año 1888 se cita la conocida vulgarmente  como la procesión del prendimiento, es decir que se realizaba en el 87, 86, 85 o 84. Yo creo que empieza en el 85 porque aunque los mitos son mitos, al final siempre tienen algo de verdad, Cuando hablan de la palabra pestes, es que en el año 1885 hubo una amenaza de cólera en Bizkaia. Una peste al fin y al cabo y yo creo que es ahí cuando surgen.

¿Después se ha hecho ininterrumpidamente?

Sí, excepto en algunos años. En el año sesenta y tantos que hizo un día espléndido, no se hizo, porque amenazaba mal tiempo. En la década de los 60 fue el gran boom de estas procesiones y estas se adaptan a los medios de comunicación, a la televisión, se cambia el horario, se crean nuevos escenarios, se cobra, en fin toda esa evolución.

Siguiendo con las polémicas cuando hablas de la Colisa, que ahora es Kolitza y suena super vasco,…

Vosotros si les preguntáis a vuestros abuelos, decían Colisa lo que pasa que se euskalduniza por el vasquismo. La gente mayor de más de 70 años dirá Colisa y los chavales jóvenes Kolitza. Cuando muramos una generación quedará en Kolitza para siempre ya. Ahora, el nombre verdadero es Colisa o la Colisa

¿De donde viene?

No lo hemos podido averiguar.

El tema de la primera villa de Bizkaia.

Bueno, Balmaseda cuando se funda como villa era Castilla,  de eso no hay ninguna duda. Balmaseda es la primera villa de lo que hoy es Bizkaia, que no pasa nada, pero son cosas que no gustan.

El revolucionario tiene que decir la verdad, porque a mí me han dicho que a ver que me importaba si era Castilla o no. ¡Oye! Que yo soy un historiador, tengo que ser honrado y serio. Revolucionario, yo esto lo digo en varios libros. De revolucionario ya solo me queda esta lucha por la verdad. Entonces si sacas un libro que se titula Euskaltzaindia, euskera en las encartaciones fantasías y contrastes, ¿cómo te van a querer si les dejas en evidencia?, a Euskaltzaindia que tiene medios, que lo tiene todo, que tiene millones de subvenciones. Yo no tengo nada.

No han entrado al trapo, también es verdad, porque si entran al trapo es peor, porque saben que tengo razón. Dicen que como consecuencia de la conquista Astur-leonesa se cambian los topónimos vascos de las Encartaciones, están hablando del siglo VIII, pregunta: ¿sabíais que topónimos había en las encartaciones en el siglo VIII? No, entonces,…  porque se puede decir a lo mejor,… Pero en algunos aspectos han sido tan soberbios que ¡zas!, viene por atrás Txomin y… Recuerdo que me decía uno: -si tú eres un carapocha, si no sabes ni latín, ni euskera, ¿quién eres tú para dejarnos en evidencia? -Pero yo investigo, yo tengo los datos, los documentos, los topónimos. Vosotros habéis dicho que Balmaseda fue euskaldun hasta el siglo XVIII. Tú demuéstrame no que ha sido euskaldun hasta el siglo XVIII, sino que ha sido euskaldun en algún momento de su historia.- Si te dicen que Gernika fue euskaldun, pues es verdad y se puede comprobar, tú vas a Gernika, a Busturia, o a Alonsotegi aquí mismo, y no hay ninguna duda de que toda la toponimia es vasca, pero si vas a Carranza  es todo cántabro. Otra cosa es el sentimiento de la gente, eso ya es otra historia.

¿Colisa monte bocinero?

Tampoco. El que más sabe de las Encartaciones, aparte de lo que pueda saber yo es un tal Cembellín*, que fue el que dirigió el museo de Avellaneda hasta hace unos años. Ese ha investigado a punta pala y en uno de sus libros pone hablando de Sollube, “que otro bocinero era el Kolitza de Balmaseda”, digo ¡coño! si este lo ha puesto, este sabe, porque sabe, y fui a preguntarle y me dijo:- lo he puesto porque ya sabes,…

El que no esté documentado no niega que pueda serlo.

El que afirma tiene que demostrarlo y entonces yo estoy aquí de pulga cojonera, pero no solo por la toponimia, nosotros en los años 60 éramos famosos por las cartas al director.

La obra sobre la calzada romana que había en el Castillo de la Piedra. Esa la conseguimos paralizar. La obra era una construcción de Zalla  y de Balmaseda, entonces ¿qué hicieron? la pararon  y al de un tiempo la abrieron pero por Zalla, para que no me enterara yo, porque solo controlaba las actas de Balmaseda.

Era una calzada primitivamente romana, igual medieval. Hemos peleado por cualquier camino de estos antiguos, por puentes, por la toponimia; éramos muy famosos porque en las cartas al director algunos entraban. Recuerdo que una vez una alavesa escribe: "los autrigones que llegaban a Santoña y hablaban euskera,..." y nosotros decimos que investigamos el tema y que no sabíamos, ni que llegaran a Santoña, ni que hablaran euskera, pero la que lo afirma tendrá datos que agradeceríamos que nos pasaran a todos para enterarnos, nada más,… y entra un tal Mikel Gorrotxategui de la comisión de onomástica de Euskaltzaindia y encartado y dice más o menos “… una vez más los hermanos Etxebarria niegan que el euskera se haya hablado en las Encartaciones”. Nosotros no lo hemos negado jamás, somos conscientes de que el euskera se ha tenido que hablar en Gordejuela, en Galdames, en Güeñes.

¿Pero eso tiene una connotación política?

No lo sé, eso ya cada uno,…entonces le volvemos a contestar que nosotros no hemos dicho eso, que esa señora ha dicho que los autrigones hablaban euskera y esa es otra porque ¿que hablaban los autrigones? Pues ese mapa famoso que os he comentado antes que  es de Kintana secretario de Euskaltzaindia, ese mapa se enseña en ikastolas. Está en diccionarios, en enciclopedias y se está enseñando. Un mapa absolutamente erróneo o falso. Entonces decimos que no hay que enseñar mentiras a la gente hay que enseñar verdades. Si el sentimiento la gente ya lo tiene, no hace falta engañarles.

Trueba atribuía a Balmaseda un origen en euskera.

Trueba es otro tergiversador de la historia de Encartaciones. Es buena persona y cosas bonitas que tiene escritas, pero tergiversa. Fijaos Sabino Arana le llama al orden por poner Balmaseda con B, porque Balmaseda es con “v”. Fijaos que cosa, Sabino Arana es el que le abronca. Valmaseda es /Val/ y en Valmaseda tenemos más /vales/, Valbuena en el cementerio, Valverde por la zona del Cerecillo y Valdemollina. Val podemos entender que es vallle, ahora ¿qué es maseda? Si vais por Galicia os daréis cuenta que es un apellido y en las cantigas de Alfonso X el sabio, en uno de los párrafos se dice: “para que no vuelva más la maseda ni otro tipo de enfermedades”, pero son conjeturas. Pero lo que sí sabemos es que es un apellido gallego y que aparece como una enfermedad, pero nada más. Esos son datos concretos, ahora ¿que será Balmaseda?, pues no sabemos. Se escribe con b o con v, lo normal es que se escribiera con v puesto que viene de valle, pero eso no tiene mayor importancia porque Valmaseda se ha escrito con b o con v a lo largo de la historia indistintamente.

Se han traducido los nombres de las calles ¿No sé si os habéis fijado? Eso no se hace en casi ningún sitio. Los nombres de las calles son los que son y hay algún nombre en concreto donde solo predomina la grafía en euskera, como en el Cristo. Entonces dice Euskaltzaindia: En  todas las culturas se han traducido los topónimos, bien por cambio de lengua de sus habitantes o por conquista.

Euskaltzaindia da a Lanestosa la equivalencia euskerica Isasti, ósea se lo inventan. A Sopuerta la equivalencia euskérica Garape, que es de este cura tergiversador que se lo inventa. Entonces reciben un poco la presión nuestra: ¡A ver que eso es mentira, Joder!

En Sopuerta ellos mismos lo han quitado, se han dado cuenta entonces ahora ponen Sopuerta equivalencia euskérica Sopuerta, no recomendable Garape, ¡Ellos mismos!, Lanestosa no recomendable Isaski. Ahora todos los historiadores que escriben tienen cuidado, menos los que no me leen o no me conocen, porque los que me conocen, tienen mucho cuidado en no meter la pata. Alguno que me lee por soberbia sigue metiendo la pata como el de DEIA.

Una parienta mía estuvo trabajando en el Gobierno Vasco y una vez un profesor de universidad estaba hablando y ella estaba presente. Era un geógrafo y decía que iba a hacer un estudio de la influencia del Pirineo en el País vasco y que no sabía si meter a las Encartaciones o no porque había por ahí un par de cabrones de hermanos que le podían dar guerra. Un día fui al despacho de ese mismo profesor a la universidad en Deusto y le digo:-Buenas tardes yo me llamo Txomin Etxebarria Mirones  y vengo de Balmaseda, ¿no sé si habrá usted oído hablar de mí?- ¿Y qué quería? -Venía a preguntarle porque usted tiene un mapa de la extensión del euskera- No te puedo atender ven otro día.

Entonces yo creo que en la actualidad todo el que escribe sobre Las Encartaciones tiene exquisito cuidado de no decir tonterías porque sabe que estamos aquí y que le vamos a corregir o que le vamos a puntualizar.

No es un contrasentido que otros autores os tengan como referencia y que luego las instituciones no  manifiesten un interés hacia vuestra obra. Luego te das cuenta de que somos citados en muchos libros, y bien además. Lo que más me ha admirado es un tal Gregorio Monreal que fue rector de la Universidad. Es un navarro que luego fue senador. Hace unos años sacaron un libro sobre el foro de Las Encartaciones y en un momento dado en  uno de sus libros dice: “si los hermanos Etxebarria que llevan décadas investigando sobre las Encartaciones no lo han mencionado,…”

Siempre has trabajado codo con codo con tu hermano ¿cómo afectó su muerte a tu forma de trabajar?

Aquello fue un trago muy duro para mí. Entonces dudé si seguir porque parte de su muerte fue debido a esta lucha, a las polémicas; ¡Hombre! se le complicaron con otras cosas. Dudé, pero al final hay que seguir….

La historia es la historia y los sentimientos de la gente son otra cosa.

A parte de estas cosas ¿qué satisfacciones te ha dado esto?

Ninguna, yo vuelvo a lo de revolucionario. Es  una lucha. Yo cuando era joven era revolucionario, era de ETA. Me ha quedado la satisfacción  por la verdad. También me han dolido muchas cosas. A mí me han calumniado, me han difamado porque lo bonito es rebatir científicamente. Suso solía decir rebatirle, investigar, y demostrar que no dice la verdad.

En el 96 me exilio porque aquella época fue muy dura para nosotros, sobre todo para mi hermano. Él estaba en Carranza, yo al fin y al cabo vivía en Basauri y trabajaba en Askartza Claret de Lejona. He sido siempre del comité de empresa. Esa era otra parte de la lucha que me quedaba. He sido durante muchos años presidente del comité de empresa. Me he jubilado como presidente del comité de empresa y curiosamente, que es  una cosa anecdótica sin hablar euskera. Pero la gente me ha apreciado. Han sido las dos luchas que yo he tenido, la lucha obrera y la de la verdad histórica.

Entonces hay gente que ya lo entiende y se disculpan por haber hablado mal de mí.

Choca mucho que no hayas tenido reconocimiento, pero choca más todavía que  te hayan hecho la vida  imposible hasta el punto que hayas decidido marcharte.

No, la vida imposible no, porque no  me han pegado ni me han amenazado, pero que digan cosas de uno que no son verdad también duele.

También fui concejal en las primeras elecciones, toda La gente del mundo del ÑKU, Javi Pesetas, Txipurri, nos proponen a mi hermano y a mi encabezar una lista independiente. Sacamos quinientos y pico votos, veintitantos menos que Herri Batasuna, y ahí estuve 4 meses. Fue la experiencia más desagradable de mi vida. Sé que no valgo para político. Dimití y se puso Txipurri, pero fue muy desagradable. Yo no valgo para esa vida en que te sacan un panfleto y te ponen a parir. Sí que es verdad que andaba un poco de pulga cojonera, porque había entonces una permanente y a los de Herri Batasuna y a mí no nos dejaban entrar. Les decíamos que estaban igual que en la época de Franco, que no estábamos todos representados. Me acuerdo que cuando había un votación el secretario decía: -¿los que votan sí?, ¿los que votan no?, ¿los que se abstienen?, ¿y tú Txomin? yo ni sí, ni no, ni me abstengo.-El secretario se volvía loco.  -Hasta que Arturo no nos deje entrar en la comisión permanente, pues nada.

Me acuerdo cuando lo de la calzada romana le dije a Goffard: -tú no pasarás a la historia por ser alcalde si no por lo de la calzada romana, que yo me encargaré de escribirlo. Pero erara una buena persona.

A cuenta de lo de la calzada romana me llamó uno del Departamento de Cultura de la Diputación. Uno que se tenía que preocupar de proteger la calzada, para decirme que me iban a pegar los vecinos. Entonces fui allí donde los vecinos y pregunté a ver quién me iba a pegar. -No Txomin, es que ese camino es una puta mierda. -Ya sé que es una mierda pero tenéis que ceder un cacho de vuestro terreno para hacer el camino mejor y conservar la calzada, que con el tiempo valdrá para el turismo. Ahora ya nada, que van a ver.

Tu visión sobre el trato al patrimonio en Balmaseda.

En los años 60, cuando se ve que va a llegar la democracia se tira la casa de Llaguno, se tira la casa de Plati, se tira la casa de los Martinez en la calle Correría, que era una torre, la de torre Ahedo,…

¿No hubo nadie que levantara la voz?

Nosotros no estábamos a todo, yo estaba fuera, me había casado.

Una vez cuando hicieron las casas de arriba las fuentes, uno me dijo: -¡Joder Txomin si supieras lo que hemos encontrado! y dijimos vamos a tapar esto, que era no te digo, pero era algo,…

Otra vez allí en la casa pinta de Zalla pasé en el autobús para Bilbao y estaban  haciendo obras, junto a uno puentecillo que había allí. Al día siguiente cogí el tren y paré allí y pregunté por el Jefe de Obra. Me dijo: -¿tú serás Txomin Etxebarria? -¿Cómo lo sabes? -Ya me han dicho que pasarías por aquí pero te prometo que el puente lo vamos a salvar. Al de dos años o así lo tiraron.

¿Cómo lleva la familia toda esta actividad?

Bueno yo con mi mujer me llevo muy bien y me deja libertad para estas cosas. Tengo un hijo y un nieto, y el nieto lleva un apellido encartado de Carranza, Negrete, y cada vez que hace un año le dedico un libro y su madre se los va guardando. Cuando tenga 10 o 12 años su madre le dirá: -tu aitite te ha hecho esto.

Te llegará el reconocimiento de tu nieto y también el social cuando ya no estés aquí.

Sí, no estaré Aquí. Bueno una vez si me llegó. Estaba en la feria de muestras y me encontré a Koldo, el que lleva lo de Enkartur y me dijo: -Txomin ¡enhorabuena! – ¿Pues?- Joder, que has ganado el premio Enkartur de turismo. Y no me habían avisado. Luego me enteré que había sido por votación popular. Habíamos ganado mi hermano y yo. Fui a Loizaga donde los coches y allí cogí el micrófono y dije: -Hace tiempo que tenía ganas de tener una oportunidad para decir cuatro cosas que tengo que decir. Hice una pausa y dije: -Creo que me estoy haciendo mayor porque no tengo ganas de decir nada, que seáis todos muy felices. Me ovacionaron.

Yo entre las autoridades tampoco siento animadversión. Creo que a veces no tienen tiempo y no se paran a pensar en echarme una mano. Es que la vida va tan rápida y los problemas son tantos ahora con la crisis que ni siquiera se les ocurre decir: vamos a hablar con el Txomin éste a ver que quiere.

¿No tienes miedo de que tu trabajo se pierda, puesto que ni la biblioteca de Balmaseda tiene todos los libros que has hecho?

Yo tengo 7 colecciones completas de todos los libros que he hecho.  Una tiene una chica de Balmaseda que se llama Sheila, que es periodista. La conocí en el camino de Santiago y por si algún día desaparezco le di una colección completa. Hay otra colección completa en las Juntas Generales en la Avellaneda. Al que lleva la Avellaneda le pregunté a ver si me compraba y me compró. Además me hizo una exposición. El año pasado me compró otra colección la Diputación, ósea que hay por ahí tres colecciones; además de una que tengo  reservada para Balmaseda, claro. Aunque no me la compren tendré que ir un día y decir toma.

Pero si alguien un día te quiere comprar una colección entera. Yo conservo tres colecciones que las vendo a 650€, colección completa 58 libros. Tengo un catálogo que sacamos cuando hicimos 20 años y ahí pongo que tengo tres colecciones completas para quien las quiera.

No os he contado que en el año 96 estuvimos a punto de subir a Pandozales y públicamente quemarlo todo y además anunciarlo, por tanta animadversión que había hacia nosotros.

Hay algo que no nos cuentas.

No, era mucho dolor, ya no podíamos más.  Lo pensamos y está escrito en alguna carta al director: “Cualquier día lo quemamos todo y desaparecemos”.

¿Manuscritos?

Yo sigo escribiendo todo a mano y los guardo porque tengo un nieto y algún día igual se hace justicia y se valoran, y mi nieto saca algún dinero que estará igual en el paro o sabe Dios, (risas).

En Las Encartaciones se encuentra Trueba que es una revista a lo que yo pertenezco y que es un centro de documentación. Seguramente todo irá a parar ahí. Sí, porque en las casa es peligroso, porque luego te hacen una limpieza y te lo tiran todo. Hay un amigo mío que está haciendo un trabajo para la Diputación, precisamente investigando todo lo que tenemos la gente que nos dedicamos a este rollo.

La gente cuando se jubila se lleva las fotos de los hijos y poco más del despacho. Yo  me lleve 12 cajas. En el aula me había hecho un archivo. Además una maestra maja me había hecho una cortina para tapar todo aquello. Aquel colegio estaba en el monte y yo tenía muchas horas libres en las que aprovechaba para escribir.

¿No has pensado en la digitalización?

En algún congreso al que me han invitado dicen que el futuro es incierto, no se sabe si esas cosas se van a conservar bien.

Pero da accesibilidad.

La verdad que si metes en Google Etxebarria Mirones salen cosas, que yo no sé quién las ha metido.

Me faltaba contaros que en los 80 hicimos Balmaseda mensual, cuadernos de Balmaseda y cuadernos de las Encartaciones. Luego ya en el año 1991 el primer libro la Historia de la Semana Santa que lo pago Suso,  hicimos mil unidades que vendimos a 1000 pts. El Diputado de Cultura también se portó bien. A partir del año 1991, 58 libros. Con mi hermano unos 12 hasta que muere, luego ya el resto aunque algunos son ya refritos de otros.

Aunque titubeas vas a seguir haciendo.

Es que es mi vida. Me cansa pegar carteles, además tengo la sensación de estar haciendo algo clandestino. En Balmaseda está prohibido pegar carteles. Tengo unos 20 por hacer, alguno de ellos un poco polémico Las Encartaciones Cántabras. Bueno ese iba a ser el titulo pero lo he cambiado por La Cultura Cántabra en Las Encartaciones.

¿Algún temas más actual?

Sí, desde la guerra hasta 1970.

Quiero que sepáis que hubo una propuesta de tirar el puente viejo en los años 20 pero alguien salió a protestar. Como han tirado las casa de LLaguno, etc.

El camino de Santiago es un tema que te interesa.

Además, para que sepáis soy el presidente de la Asociación de amigos del camino de Santiago. Cuando murió mi hermano fuimos mi sobrina, mi otro hermano y yo a Santiago a pedirle cuentas al santo y nos dijo don Santiago que mi hermano estaba bien por ahí arriba.

Fue una experiencia muy bonita. Soy socio desde que se fundó la asociación en el año 91. Hace unos años hubo una crisis y nadie quería ser presidente y me daba mucha pena, así que me puse yo. Atendemos a los peregrinos en Bizkaia con 5 albergues, con gente voluntaria en Markina, en Altamira, Lezama, Portugalete y Pobeña. Unos 80 voluntarios lo atienden desde mayo hasta octubre. Han pasado este año más de 15000 peregrinos. Somos 300 y pico socios. Hemos comprado un local debajo las escaleras de Mallona. Yo quiero dejarlo ya porque ya llevo 5 años y hay que dejar paso, pero no hay nadie.



Podríamos seguir horas conversando con Txomin pero los quehaceres llaman a nuestras puertas. No nos preocupa demasiado porque sabemos que Txomin nos recibirá tantas veces como se lo pidamos. Txomin es así.

 

 

 

 

 

 

 

 

*Juan Manuel González Cembellín

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