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Julia Gomez Prieto

Dra. Julia Gómez Prieto, Comisaria del VIII Centenario de la Villa de Balmaseda.

 

 

    “Lo importante es Balmaseda. Yo solo he trabajado por Balmaseda.”

   

     Lo que subyace de esta declaración, creemos, es fácilmente deducible una vez leída la entrevista. Nosotros, antes de nada, queremos mostrar el mayor de los agradecimientos a Julia y a su marido Eduardo por su hospitalidad. Más allá de la empatía que sentimos hacia el personaje, creemos justo decir que la Villa está en deuda con Julia. No nos referimos a ninguna institución, ni a ninguna persona en concreto, ese aspecto lo dejamos a la reflexión personal, sino al pueblo como ente abstracto, y es que Julia deja un legado a Balmaseda de un valor cultural incalculable. En el Patrimonio de la villa siempre aparecerá como referente la obra de nuestra invitada, junto a otras grandes, como puede ser la de Martín de los Heros.

     Julia Gómez Prieto es una persona que rebosa vitalidad, profesora emérita de la Universidad de Deusto donde se doctoró en Historia, además de graduarse en Turismo, es también diplomada en Marketing del Turismo por la George Washington University. Su formación, junto a las numerosas publicaciones de diferente índole con las que cuenta  nos puede dar una idea del perfil de nuestra invitada. En el año 2012 fue galardonada con el premio Hermestur.

    Si alguno de los lectores ha tenido interés por la historia de Balmaseda se habrá topado inevitablemente con Julia, y es que Historia de Balmaseda y Julia Gómez Prieto son desde hace décadas un binomio inseparable. Basta teclear las palabras historia y Balmaseda en el buscador Google para que nos podamos sumergir en un mundo apasionante de la mano de nuestra entrevistada.

    Pero por poner un punto de inicio en esta historia, quizá nos deberíamos remontar a los años 50, cuando el azar hizo que Don Mariano Gómez Fernández aterrizara como secretario en aquel inhóspito juzgado de la calle El Cubo,  en el que el frio y algún que otro roedor eran habituales, “Aun siendo bilbaína, a Balmaseda me unían ya por aquel entonces lazos de cariño especiales, transmitidos por mi padre D. Mariano Gómez Fernández, que durante 30 años fue secretario del juzgado de primera instancia e instrucción de la villa.”

    Julia transmite la pasión que siente por la Historia de Balmaseda. Es un placer oír de su boca lo que aconteció en nuestra villa, tanto es así que nos quedamos ciertamente embobados oyendo una exposición que nos retrotrae a otra época.

 

    Siempre aparece tu nombre en conversaciones sobre la historia de Balmaseda...

    Me agrada  que mi trabajo haya dejado huella.

 

   Uno siempre tiene más reconocimiento del que cree. Además la primera referencia en internet cuando se busca historia y Balmaseda eres tú.

   ¿Creéis que la gente visita mi web? En estos momentos tengo una cifra de unos 45.000 visitantes, más los que hubo en otra anterior versión de la web que los desconozco. Mis mayores lectores están en América, donde Balmaseda ha tenido su importancia.  En setiembre de 2012 se celebró en la Universidad de Deusto el XV Congreso Internacional de la Asociación de Americanistas y mi ponencia trató sobre "Balmasedanos en América entre los siglos XVI y XX" . Este es un tema colateral que ha surgido de mi tesis y en lo que sigo trabajando con la idea de convertirlo en un futuro libro. Va saliendo muy bien, desde los primeros que fueron a América como pasajeros a  Indias, hasta los indianos que hicieron fundaciones en su villa natal, como Pio Bermejillo.

 

   Sí y que curiosamente su tumba tiene una inscripción en euskera...

   Sí, la verdad es que es un dato curioso, a la vez que polémico. Yo después de hacer la Tesis y de la multitud de documentación analizada, lo único que encontré fue una referencia a las lumiak. Yo sé de alguien que se enfadó enormemente porque él siempre ha defendido  que allí se hablaba euskera… Pues mira en el Ayuntamiento no, la gente que yo he cotejado tampoco, las monjas tampoco, los curas tampoco, los señores que llevaban las ferrerías tampoco, así que alguien me diga, quien hablaba euskera en otras épocas históricas anteriores.

 

   ¿Cómo llega Julia a Balmaseda?

  Yo siempre he vivido en Bilbao, donde nací. Y además recuerdo que alguien de la villa, me lo recordó durante el centenario: ¿Cómo es que tú investigas sobre  Balmaseda si ni has nacido ni vivido aquí? Ahí dejo la pregunta…

 

   Balmaseda es un pueblo muy complicado en esos asuntos, muy cerrado incluso geográficamente hablando, y a la gente de fuera le cuesta mucho.

   Lo sé, cuando mi padre tomó posesión en el Juzgado  de 1ª Instancia como Secretario  ya se lo advirtieron. Pero a papá no le influían esas cosas, sino su trabajo y la proximidad a Bilbao .

 

   ¿Estuvo contento allí?

   Estuvo muy contento durante casi 30 años. Mi padre, en los años 50 era oficial en el Juzgado nº 4 de Bilbao. Antes, los oficiales venían adscritos a los jueces y mi  padre llegó a Bilbao con un juez que se trasladó desde Logroño. Luego el juez falleció y papá hizo  la oposición a Secretario.

Ya como Secretario Judicial, su primer destino fue Ágreda en Soria, el segundo Medina de Rioseco en Valladolid y  luego pidió destino en Balmaseda porque estaba muy cerca de Bilbao. La alternativa era el juzgado de  Alcalá de Henares pero  él ya no se quiso marchar de Bilbao.

Le decían: “Usted don Mariano que  podría estar,…Yo estoy muy a gusto aquí, vivo en una gran ciudad y vengo aquí casi todos los días”. Decidió quedarse en Balmaseda hasta que se jubiló. Cuando estaba el juzgado viejo mi padre me llevó alguna vez. Recuerdo que hacía un frio terrible y que había hasta ratas.

Así todos los días, era duro, se levantaba a las siete y a las ocho y cuarto estaba en La Concordia para coger el tren, porque por aquel entonces solo había tren, el de La Robla. De regreso, por la tarde papá, cogía el tren de las tres y llegaba a casa sobre las cuatro y media a comer. Esa era su vida diaria semanal. Más tarde llegaron los autobuses de Ansa y le dieron un pase especial mensual, y  ya no tenía que madrugar tanto; y el autobús era cómodo y calentito.  Pero siempre estuvo muy a gusto en Balmaseda; tenía muy buenas amistades y sobretodo le gustaba mucho su trabajo.

Balmaseda era “un juzgado de entrada” para los nuevos jueces.  Casi todos los jueces que tuvo mi padre le duraban unos pocos años y  la mayoría vivían en Madrid. De allí  venían una vez cada dos o tres meses, revisaban los papeles, comentaban lo que les parecía bien o lo que harían de una u otra manera y firmaban las sentencias. Mi padre solo llevaba lo civil. Estuvo siempre de esta manera, por eso se sintió siempre muy a gusto, porque era un trabajo más personal y llevadero. Hasta que se jubiló en el año 1974.

 

    Entonces, podemos afirmar que gracias a tu padre, dedicaste una gran parte de tu vida al estudio de Balmaseda...

   En gran medida si, pero no fué lo único... cuando yo empecé a estudiar Historia Moderna, en tercer curso de carrera  había que elegir el tema de la Tesina de Licenciatura. El Catedrático de Historia Económica Manuel Basas, que era un gran profesor y un gran historiador; me pareció la persona adecuada para dirigir  este trabajo. 

Había que elegir un lugar y yo pensé investigar algo sobre Astorga porque mi familia es de allí, pero estaba muy lejos para desplazamientos continuados, y además había bastantes épocas de su historia  ya trabajadas. Y la Tesina, lo mismo que la Tesis, se elaboran siempre sobre documentación inédita. Entonces pensé en Balmaseda, aunque alguien me advirtió que ya estaba la Historia de Martín de los Heros.

El Dr. Basas me dio su aprobación porque  la Historia que hizo Heros y la que podía hacer yo, no iban a ser en absoluto parecidas. La forma de historia que se hacía en el siglo XVIII no tenía nada que ver con la del XIX ni con la del XX. Para la que se hará dentro de 100 años mi Tesis será ya antigua, porque la Historia se verá y analizará ya de otra manera. Puede que ya se hable hasta de los extraterrestres y no de los de aquí, por ejemplo. La  historia de los Heros es magnífica, de hechos, de personas y  alguna cifra, pero no es una historia de grupo sociales y de poder, no es una historia de mercados y  de economía. Es una historia totalmente diferente a la que yo he hecho.

 

     ¿En que se diferencian?

   En los años 70, cuando yo era estudiante de Historia en la Universidad de Deusto, el análisis histórico más novedoso era “la historia según  la Escuela francesa de los Annales ”; era la forma de hacer historia en la Universidad de  la Sorbona  en París y se mantuvo durante todo el siglo XX. Y con esa configuración elaboré mi tesis. Ahora se hace una historia diferente. Ya desaparecieron o se murieron los de la Escuela de los Annales y los que hicimos cosas de aquellas ya no estamos de moda, pero yo sé que tu trabajo en la vida siempre queda. Y el tiempo y la gente acaban por ponerte en tu sitio. Solo hay que tener paciencia pero al final te ponen en tu sitio. Al fin y al cabo, nuestro trabajo y nuestra vida es nuestra aportación a la Humanidad.

   Volviendo a la Tesina. Fui a revisar y conocer los fondos del Archivo Histórico de Balmaseda  y pude ver que estaba casi todo sin trabajar, bueno había utilizado mucho de los Heros pero había hecho las cosas de otra manera. Pero de cuentas, de gastos, del tema económico general, no había absolutamente nada. Y el Dr. Basas me dio su  conformidad. Me dijo: “Aquí hay un material muy bueno y si usted lo sabe aprovechar, que yo creo que sí...” Pues entonces me lancé por ahí, e hice nada más el siglo XVIII porque para la Tesina había que hacer una cosa corta, pero luego vi que daba para más y él me dijo: “Yo le animo a que continúe y se hace usted cuatro siglos de la historia porque no están hechos,…” Y de ahí me salieron los 4 tomos de mi tesis. Este libro que conocéis: “Balmaseda. S. XVI – XIX. Una villa vizcaína en el Antiguo Régimen. Población, Sociedad y Economía”, es un resumen de todo el trabajo.

    (Nos muestra el "tomazo",  como ella lo llama.)

   ¡Claro! si dices Tesis la gente dice vaya rollo, pero no se puede juzgar algo sin conocerlo.  De hecho uno de los proyectos que tengo es volver a escribirla, pero ya con otra mentalidad y aportando otros materiales porque tengo bastante material inédito todavía.

 

    ¿Ha ido evolucionando tu  manera de trabajar?

 Claro, ahí lo tenías que hacer según te lo pedían, había que seguir un determinado esquema; la composición, la relación, en cambio ahora se podría hacer una versión libre.

 

    ¿Cómo te presentas? Porque a la hora de acceder a los archivos, una persona de fuera se tiene que presentar allí donde el alcalde, explicarle lo que quiere hacer.

   Mi padre no habló con nadie, me dijo que no le metiese en medio, pero yo iba allí y decía:- soy Julia la hija de Don Mariano, -¡Hombre Don Mariano!, y aquí tenéis a Don Mariano casi como era en la época que ejerció en Balmaseda. (Nos muestra orgullosa un retrato de su  padre). No os sonará obviamente, es del año 1974. Era muy amigo de Renovales, de Vidarte, de Ventades, de Sobrado. Aunque a mi padre nunca le gustaron las amistades íntimas desde el punto de vista del trabajo, porque decía que podían ser problemáticas en general, pero cierto es que se llevaba bien con todos.

Hablé con el alcalde, el Sr. Goffard, y le expliqué cómo  tenía la posibilidad de hacer la tesina sobre Balmaseda, porque había buen material que no estaba trabajado. “Está la historia de  los Heros”- me dijo. Ya lo sé, pero es que yo voy a hacer otra cosa diferente. El hizo su historia maravillosa, pero yo voy a hacer otra diferente, que después ya veremos si es mejor, peor o simplemente diferente. Entonces me abrieron las puertas.

   Yo vaciaba la documentación en verano, porque en invierno tenía mis clases en la universidad. Llegaba al Ayuntamiento a las 8:30 cuando abrían y me dejaban trabajar  allí en el Salón de Sesiones. Sacaba mis libros de aquella puerta de hierro que no se si todavía existirá. Allí estaban Tucho, Elena, Felipe Altamira, también Luis,  que pintaba cuadros de Balmaseda.

Iba allí todos los días. Entonces no había ordenador y todos los datos se cogían a mano y se iban poniendo en fichas ralladas, ficha por ficha. Por ejemplo,  una primera cosa que no hizo Heros fue el análisis de la población. En su época (sigloXIX) esto no interesaba o no se sabía hacer  entonces. No se llevaba  hacer listados de la gente que había nacido, que se había casado, cuántos hijos dejaron, con quien, todas esas circunstancias. Pues todo eso ficha por ficha. 32.500 fichas me hice, de nacidos, casados y finados. Desde 1536 que fue el primer Libro de Bautizados, hasta 1900, ya con el Registro Civil creado.  

Recuerdo que en San Severino hacía un frio terrible, aun en verano y  tenía que llevarme una chaqueta de lana. El despacho del Párroco donde estaba el Archivo Parroquial, daba al norte y era frio. Mi suegra me preparaba un termo con café y unas pastitas. De allí estuve sacando todos esos materiales, primero para la tesina y después para la tesis. Luego fue cuestión de empezar a trabajarlo, primero las listas y más tarde empezar a ordenarlo. Me hice el listado de todos los que fueron alcaldes y de todos los que estuvieron en cargos municipales, todos los temas de la riqueza territorial, bueno millones de cosas.

 

   Todo eso lo has publicado, porque había una documentación al respecto.

   Por supuesto. Yo lo he encontrado, lo he sacado y he citado su procedencia: es de tal época, lo dijo fulanito, está en tal libro etc, etc. Todo está absolutamente documentado. Yo he hecho una historia seria; hay que citar las fuentes, con lugar, fecha, archivo, etc.; e interpretarlas obviamente. 

 

     Julia coge el libro y nos muestra el plano donde enterraban en San Severino, con la ubicación de los más ricos delante y los pobres bajo la torre,….lee:

   “En las leyes civiles estaban también los imperativos religiosos. No es extraño que entre los gastos fijos que el regimiento presupuestaba al año entre los vecinos,  hubiera partidas de marcado signo religioso. Estos eran los conjuros para mantener sanos los campos”. Los hacia un cura llegado Navarra y echaba agua bendita sobre los campos.

Había una especie de relicario grande que era la cabeza de San Gregorio. Pasaban el agua por allí y con ella bendecían los sembrados. “El pago a los predicadores que venían siempre y que conservaban el fervor y la religiosidad de los balmasedanos” Entonces ahí pongo el registro, la fecha, el decreto o lo que corresponda. Ósea que esto no me lo he inventado. Además, como  decía mi director de tesis:  si se copia a uno solo es un plagio, pero si se consulta a 25 ya es una investigación. Pues esto es una investigación, larga, amplia y seria.

Es lo que yo he tratado de hacer y la verdad es que me ha encantado. Decir cómo era Balmaseda, porque a la geografía nunca se la tiene en cuenta en la historia y es muy importante. Yo suelo decir una cosa, si Polonia no estuviese entre los alemanes y los rusos otra historia más tranquila hubiera tenido, por ejemplo.Entonces recogí cuánta población había, cuántos nacían, cuándo se casaban, cuántos niños se morían, cuánta población activa había… Y luego cómo era la estructura social, había población marginal, estaban los gitanos, estaban los indianos, después cómo era el clero, el clero secular que eran los curas y el clero regular que eran los de Santa Clara… Las cofradías, que eran importantes y después el regimiento, quien daba el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial. Si querías hacerte vecino te hacían pasar por la rueda de una serie de cosas, el avecindamiento, los cargos judiciales, las elecciones, la mecánica, quienes se repartían los cargos de concejal que siempre eran los mismos. “página 155: Dionisio de Allende, Vicente de Antuñano, Ramón de Ariz, Simón de Bedia, Juan Bautista de Cortázar, José de Gorrita, José Heros Antuñano, Domingo de Herreros ,Urbano Martínez de Llano ,Francisco Ignacio de la Quintana, Antonio de la Quintana, Lucas de Taramona y Felipe de los Tueros…estos en el siglo XVIII.”

 

    Siguen siendo apellidos presentes en Balmaseda.

   Claro, uno estuvo 16 años entre la primera vez que detento el cargo y la última, otro 37, otro 42 y otro 44. Los Antuñano tenían ferrerías, eran  gente importante. Me falta, que no he tenido tiempo,  meterme con las estructuras familiares, porque tengo los materiales pero cuesta volver a montarlo.

 

    Un trabajo muy completo, por lo que vemos...

   Es lo que he intentado, describir cómo era la sanidad, cómo era la limpieza pública, estaba la preceptoría de las monjas, había una escuela pequeña, luego la fábrica, las rentas que recibía, los arrendamientos, las capellanías, los abastos, los censos, quien le prestaba dinero al ayuntamiento, quiénes eran los principales prestamistas, los pagos, los empleados municipales, que eran numerosas para una villa pequeña;  había por lo menos 24 empleados

   El agrimensor para medir los campos. El atabalero tamborilero. Los barrenderos no existieron hasta el siglo XIX, era un oficio que normalmente hacían las mujeres. Los bomberos, cuerpo voluntario de hombres buenos, eran esenciales porque se quemaban los montes y se quedaban sin la leña. El bulero repartía las bulas de la santa  cruzada  y recogía limosna para los pobres. El campanero encargado también de los relojes, con una tarea importante porque avisaba al pueblo de los temporales de los vientos y de los fuegos, convocaba a los concejos, a las fiestas y daba el toque de ánimas.  El carcelero debía ser persona de probada honradez y de confianza del regimiento, habitaba junto a la cárcel situada en una de las torres de la casa municipal. El cartero contratado para llevar las cartas oficiales a su costa y riesgo, entre ellas las misivas de la aduana, que tenía que llevar dos veces por semana a Orduña, lugar donde estaba la otra aduana. El farolero mantenía el alumbrado público y hacía también de vigilante y si no  ponía las teas. El fontanero a partir del XIX para las fuentes públicas, antes del XIX no apareció el agua pública en Balmaseda. Las gariteras mantenían en estado las garitas y las puertas de la muralla de la Villa, eran mujeres. Los guardias urbanos, suplieron a la guardia del alguacil en el siglo XIX, se les llamaba también plantones. El hospitalero eran lo mismo hombres que mujeres. El inspector de carnes apareció en el 1867, asistía al matadero y también a la red del pescado. El organista pagado por el ayuntamiento, en contrato siempre de tres años que se sacaba a concurso público.

 

    Sin duda una figura importante, la del organista.

  ¡Claro! cómo no iba a ser importante, si había nada menos que 67 fiestas anuales. Todos los gremios tenían su santo y si lo celebraba un gremio, los otros por  la mañana trabajaban, pero a la tarde se unían a la fiesta. El pregonero que sustituyó al aguacil, incluía en el sueldo el calzado y vestido. El relojero afinador pasó a ser el afinador de todas las medidas de la villa, porque se desgastaban y tenían que hacerlas nuevas para el mercado, el peso y los abastos, hacía también de cerrajero y hasta de escopetero, valía para todo. El sepulturero, que surgió con la instalación del cementerio nuevo a mediados del XIX. El tamborilero solía tener contrato de 9 años, hacer dos pasacalles los domingos y festivos;  dar alborada a los capítulos y asistir a las rogativas de las procesiones, luego amenizaba el baile que se organizaba frente al ayuntamiento, en el campo o el puente, todo eso.

  También analicé las obras públicas, los caminos, los puentes, el ayuntamiento y todo lo que contenían desde el juzgado hasta la oficina, la iglesia, los abastos,  todo lo que era la red de carne, matadero, etc., las carnicerías, medidas y barras, el mercado, las barreras, los cuévanos, los hornos, la nevera, la tejera y la bodega y luego todo lo que era la villa, que eran las calles, plazas y puertas, cerrajas, postigos, cantones. Tengo aquí todavía un montón de cosas que no las he incluido y que cuando haga la edición nueva sí que quiero que aparezcan.

 

    ¿Cuánto tiempo te costó hacer este trabajo?

   Unos doce años. Empecé la Tesina siendo estudiante y la leí en el 74. En  1975 comencé a dar clases; me hice cargo de la asignatura pero  seguí con la Tesis;  la leí en el 85. Entre tanto se murió mi padre y mi madre viuda se vino a vivir con nosotros. Fue terrible porque se me juntó todo, pero, yo necesitaba hacer la tesis porque era una lógica exigencia de  la universidad.

 

   Tú has dicho antes que lo que estás haciendo lo haces por Balmaseda.

   A mí me encanta lo que he hecho. Y dado su interés lo considero mi aportación a la villa.

 

    ¿Qué recibimiento o apoyo has recibido?

   La verdad es que mientras estuve recogiendo datos, fue fantástico todo el mundo. El cura, el padre Llaguno se portó genial. Me aportó el material que él tenía, me dejó libros que tengo ahí fotocopiados y que trabajaré algún día sobre cuentas de ferrerías, que no hay prácticamente nada de esto. Después los alcaldes: Ceferino, luego vino Goffard y después Suso, fantástico. Yo a Suso le adoro, ¡que buenísima persona!, conmigo se portó de cine sin pedirle nada, yo creo que tenía  vena cultural y se daba cuenta que podía ser interesante para Balmaseda, no solo para mí. Porque yo esto lo investigo y no he recibido un duro.

  La edición de mi Tesis me la publicó la Diputación  en 1991 y fue una gran alegría para mí. Preparar la publicación me llevó su tiempo, porque había que aligerar cosas de metodología y dejarlo  más sencillo  para los futuros lectores que no son historiadores.

  Con respecto al Centenario, yo pedí una cantidad en razón a las horas de trabajo, a los desplazamientos, fotocopias, etc. etc.  Yo cada vez que iba y venía a Balmaseda me gastaba mis doscientas pesetas en gasolina y fui infinidad de veces, y fotocopias, y visita aquí, y viaje allá, yo no paré y metí muchas horas aparte de mis clases. Yo no sé a cuánto se cotizarían las horas de trabajo pero aunque fueran a 50 pesetas, yo calculé y pedí una cantidad. Luego no me lo querían pagar. Se lo tuve que pedir judicialmente con un abogado.

 

   Lo paradójico es que tú hayas hecho una labor de 10 años…

   Bueno realizar la Tesis fueron 10-12 años. Porque  desde el verano de 1972 no he parado de trabajar sobre Balmaseda y todos los años hago algo, si no es  un artículo es una ponencia y si no un libro.

 

    Dices que todavía tienes mucho material inédito. ¿Sobre eso nadie más tiene una copia?

   Supongo que no. Yo lo he trabajado, hice una copia en su momento y me he quedado con ella. Todo sigue estando,  en su versión original, en  los Archivos a disposición de quien quiera usarlo.

 

    No ha habido nadie que haya demostrado cierto  interés.

  En su tiempo recibí bastante apoyo, monetario ninguno, pero eso lo tenía asumido. Ver publicados los libros me dio un placer inmenso y no iba a pedir nada. La Diputación también publico un libro azul “Balmaseda, una historia local/ Tokiko historia” cuando comenzó a montar las exposiciones sobre las villas vizcaínas. La primera fue la de Balmaseda, por haber sido  fundada la primera. Y en 1995, el Ayuntamiento hizo una corta tirada de “Fuentes Documentales e Historiográficas”con fuentes inéditas de archivos. Se aprovechó para incluir “Las Memorias de Vedia” que estaban inéditas hasta entonces.

 

    Hemos contrastado el déficit de reconocimiento que tenéis, no solo los que os dedicáis a trabajar por la cultura, sino también los propios personajes históricos que no tienen una relevancia como nosotros creemos que se merecen.

   Por eso precisamente hice la propuesta de actos del Centenario. Se trataba de recuperar la memoria histórica.

 

    Se te nota cierta tristeza, ¿ha habido algún problema? 

   La  vida siempre pone a cada uno en su sitio, pero en su momento fue bastante triste. Yo fui con muchísimas ideas. Y ahora veo que pensaron: una mujer aquí, con tantas ideas y encima no es de Balmaseda… Además, 1999 fue año de elecciones municipales y alguno debió de pensar que le haría sombra. 

 

   Más mérito nos parece, encima no ser de Balmaseda.

  Bueno, Juan Manuel Cembellín un antiguo alumno mío al que  adoro, que entonces era director del Museo de las Encartaciones, también se implicó en algunos temas de centenario. ¡y no era de Balmaseda!

 

   Al final el trabajo se recoge. La vida nos acaba poniendo en nuestro sitio.

   Ya, pero es tan fácil decir gracias, y hay mucha gente a la que le cuesta tanto.

  Hice el comic, la idea de la representación de los vecinos, que quedó perfecta. Hermanamiento con otros lugares europeos. Se propusieron cuatro países y al final se hizo con los italianos. La operación América con los descendientes de los americanos. Nada, llamaron cuatro. Reunión con los que tenían el apellido Balmaseda. Ciclos de conferencias. El mercado medieval que fue una idea que a mí me la había ofrecido cuando estuve en el Gobierno Vasco. Conocí un señor catalán cuyo nombre no recuerdo que hacía una cosa preciosa y  pensé en eso para Balmaseda.

   Eso y la representación es lo único que ha quedado, y luego el museo que yo hice el diseño y lo había pensado para otro lugar pero bueno… ha quedado bien.

 

    ¿Dónde habías pensado?

   En Santa Clara. Hice el video que saqué con Tele Bilbao. La guía de Everest, un folleto turístico de 16 páginas y libros de investigación que al final no se hicieron  ninguno. Más luego todo el montaje, supervisar, fue un trabajo ingente.

Llegó el centenario y que tenía que dimitir. Bueno pues ya me voy. ¡No! tú tienes que mandar carta de dimisión. No sé quién o quienes tenían unas ganas terribles de que dimitiera. Pese a todo yo nunca dejaré de ser la Comisaria porque lo fui y la única comisaria, no hubo nadie más.

   Yo conozco en Balmaseda gente estupenda, y cuando el centenario hubo cuatro personas que me dijeron: “Julia yo te apoyaría, pero si lo hago me quitan la subvención”, textualmente,  yo lo entendí perfectamente.

 

    De lo cual deducimos que, en esta cronología desde 2002,  has seguido haciendo cosas sobre Balmaseda; y que  los responsables políticos no tienen ninguna consciencia de que se estén haciendo.

   El que quiere siempre puede enterarse, pero tienen poco interés y menos por las cosas perdurables. Tal vez haya poco interés por la cultura en general. Aunque haya trabajado con el PNV, el PP, y el PSOE, en temas puntuales; yo no tengo carnet de ningún partido  y eso es un problema en estos tiempos. 

 

    Si es verdad que a otra gente que hemos entrevistado, han comentado, que en cuanto comienzas a hacer cosas no a favor tuyo, sino a favor de Balmaseda, te borran del mapa.

   Yo sinceramente, quizás  me equivoco, la gente no suele tener demasiadas ideas. Les fastidia que venga gente de fuera con ideas y encima si es una señora más, porque son de un machismo total.

 

    Eso del machismo sigue vigente....

   Totalmente, las que mejor me han tratado aparte de Jesús Suso, que esto lo diré toda la vida, han sido las señoras del Zoko Maitea, esas eran un cielo. Hasta que vinieron otras de otro partido y no me llamaron más.

   Yo no voy a dejar de trabajar. Sigo escribiendo, investigando, haciendo mi Web, yendo a Congresos, etc., y preparando dos libros. Mira, yo en Balmaseda trabajé muchísimo, me lo pasé muy bien, se nota lo que he trabajado, ahí ha quedado y quedará para la posteridad. Es mi aportación a la Humanidad.

 

   Sí, va a quedar, pero hay gente que busca información de Balmaseda y no sabe quién eres verdaderamente, pero lo más preocupante es la gran cantidad de datos que se pueden perder porque están sin procesar.

   Bueno si Dios me da vida, me encantará que queden en Balmaseda, donde existe un Archivo y una Jefa de archivo eficiente y encantadora como María José Cabria. Y encontrarme a mí no es difícil. Vale con entrar en mi Web o teclear la palabra Balmaseda en internet.

 

    No sé si sabrás que se lleva unos años dando un premio que se llama “balmasedanísimo” a personas que han contribuido en algo importante, con Balmaseda bien dándolo a conocer o haciendo  una actividad cultural.

   Sí lo sé y me parece una excelente idea. Yo  no tengo ni siquiera una putxera y se la han dado a mucha gente. Nadie se ha acordado de esta señora pero, bueno, un trasto menos en mi casa.

 

      Pero es un hecho muy significativo.

   Muy significativo sí. Fue un trabajo fundamental en mi vida y la placa recordatoria de mi Comisariado Cultural, debe estar junto a las que recibí de la Universidad de Deusto cuando me nombraron Emérita, o la de los treinta años de la Facultad. La placa la encargue yo y ya está. Para mi tiene el mismo valor.

 

    Pero mientras fue la cosa bien disfrutaste con el trabajo.

   Sí, estuvo francamente bien. Yo me lo pasé muy bien, sino no hubiera ido para estar sufriendo, y que conste que, con el Centenario  fui más de 70 veces a Balmaseda. Había veces que me iba a las siete de la tarde para estar trabajando allí, organizando cosas y  regresaba de noche y jarreando. Eduardo me decía, que un día me iba a quedar por la carretera.

 

    Llegará un día en que todo se reconduzca.

   Sí, después de muerto todo el mundo se acuerda de lo “bueno” que era el difunto  y todo lo que hizo.

 

    Antes de morir.

   A mí ya eso no me importa.

 

    Pero si es bonito que alguien un día te diga perdona y  te reconozca tu trabajo.

   Quizás no debería decirlo, pero cuando estuve en el Gobierno Vasco ayudé a dos personas de Balmaseda. Gracias a eso entraron a trabajar y gracias a eso hoy están donde están. No te dicen ni gracias y además te muestran odio. Hasta tal punto llega el machismo, porque eran dos chicos.

 

  Ahora entendemos algunas cosas, cuando te mandamos el primer correo, dijiste: ¿alguien de Balmaseda que se acuerda de mí?

   Sí, me quedé asombrada. Me dijisteis que algunos me habían citado y pensé  ¡que habrán dicho! T

 

  Nosotros cuando empezamos con este proyecto, preguntamos a gente, por qué personas eran interesantes para esta obra y varias de ellas coincidieron en que tú eras la persona idónea.

   Yo sé que con el tiempo, se preguntaba qué había pasado con esta señora y alguien dijo: “nada, que se enfadó con el ayuntamiento”.

   Eso me lo dijo el concejal italiano que vino a hacer el hermanamiento: ¿Qué te pasa? ¿Por qué te has enfadado con el ayuntamiento? Yo no me he enfadado absolutamente con nadie. Son cosas que han pasado y se acabó.

   Lo que sí está claro es que un poso queda de lo que se hace, porque si no la gente no te nombraría como lo hace. Yo me siento feliz de todo esto. Si se mira mi currículo, se puede ver el montón de cosas que yo he hecho. Ahora miro para atrás y me digo: ¡Pero para que has trabajado tanto Julia!

 

   Así es la vida del historiador...

   Soy historiadora, pero como fui durante un curso la auxiliar del catedrático de geografía, cuando este murió, me adscribieron a la asignatura, y cuando ya me hice doctora me dediqué a ella en exclusiva.Siempre clases de geografía. Siempre y me ha encantado además. Porque había demasiados historiadores en Deusto. Para geografía  no estábamos más que dos, nos repartíamos los cursos  Yo di 17 años de Geografía General en la Facultad de Letras y, a mi regreso del Gobierno Vasco, di otros 18 de Geografía del Turismo, nacional e internacional.

   Desde ese punto de vista Balmaseda también ha sido interesante. Muy interesante. Alguien me ha dicho: tú siempre te fijas en la Geografía antes de hablar de Historia. Sí, es que es muy importante porque ambas ciencias van unidas. Y el binomio Hombre – Medio es indisoluble  Las cosas que ocurrieran en Balmaseda no hubieran sido lo mismo  en Castilla que era llana  o en un sitio donde no hubiera agua. La geografía marca, tanto el medio físico donde se vive, se trabaja y se come, como la historia que se desarrolla en ese lugar.

 

    Pero pasemos página, porque seguro que Julia…

   Yo he pasado página hace mucho tiempo. Y además sin rencor, porque a todas esas personas la inteligencia no les llega para  agradecer las cosas.

 

    En los años que has estado estudiando Balmaseda, ¿cuáles son las cosas que destacarías?

   Es bonito ver las grandes etapas, la población solo se empieza a medir a partir de 1536, que es cuando empiezan las actas de los nacidos. Después del Concilio de Trento es obligatorio apuntarlas y gracias a eso, si no, no sabríamos ni quiénes éramos. Sobre todo las etapas, ver cómo iba creciendo  la población, cómo iba disminuyendo, las grandes crisis, las enfermedades. Es un tema muy bonito y luego dónde vivía cada gente, porque había barrios muy concretos, el tema económico y social.

   Como se repartían el poder, eso a mí me ha parecido precioso, porque no podían  detentar cargos los que trabajaban manualmente, los artesanos podían ser concejales pero no tenían cargos. Los importantes eran el alcalde, el procurador que era el segundo, el tesorero y el escribano. Esos cuatro eran los cargos, los otros solo podían ser regidores, hoy concejales.

   Cada regidor tenía su tarea propia, uno llevaba el tema de la luz, otro el de abastos, etc. Eso era un tema muy bonito, otro tema bonito son los conventos, me costó mucho encontrar el de  los carmelitas. Me dijeron que los Archivos de la orden estaban en Cantabria o en Burgos. Busqué por allí y no encontré nada. estaban al final están en Vitoria. Pero eso lo encontré no hace mucho y escribiré la historia cuando pueda. 

 

   Sobre esta historia nos habló Ricardo Santamaría, que vinieron andando desde Briviesca.

   Eso no sé si está ahí, pero eso sí que lo tengo en la tesis. Él es muy aficionado a la Historia, aunque estudio Teología le apasiona todo lo relacionado con la historia de Balmaseda, y además se ha rodeado de gente que tenía ese mismo interés, como  por ejemplo Donato.

   Conozco a Donato, en alguna ocasión me ha escrito. Lo hizo por el Centenario, diciéndome que ya era hora de que alguien se encargara de estas cosas. Guardo todos sus comentarios, son valiosos.

 

    A Ricardo le gusta mucho tu Historia, y la de Martín de los Heros.

   Hace dos años estuvimos en México y conseguí hablar con la nieta de Hurtebise. Enrique de Hurtebise fue un maestro que estuvo en Balmaseda  por los años 1914 o 20. Escribió una pequeña historia para los niños, y la hija me regaló la versión autógrafa que hizo su padre.

 

    Que sensación te queda cuando te encuentras con esos familiares.

   Pues les hace  una ilusión tremenda. Yo  le escribí diciendo quien era, que llevaba tantos años trabajando, que  podía  ver mi web y que me encantaría conocerla y al vernos,  lloraba la pobre de emoción.

 

   ¿Cuánto hace que no has estado en Balmaseda?

   No hace mucho porque me llamaron, que me había mandado unas cosas la hija de Hurtebise por medio de los Zamanillo,  que viven en la Torre de Urrutia. Estuve con una ex alumna mía que es la que lleva el museo de historia y me dijeron que en las antiguas escuelas han puesto allí el archivo y fui a conocer el Archivo nuevo y saludar a  Mari José, porque siempre se ha portado muy bien conmigo, como buena historiadora nos llevamos bien.

 

    Es una gran archivera.

   Lo sé, mucho de lo  que tiene Balmaseda se lo debe a ella, porque, antes, estaba todo manga por hombro. Yo trabajé con lo que estaba en el armario ignifugo pero lo demás estaba todo por el suelo, por eso yo no trabajé el XIX, porque no tenía tiempo de andar mirando aquello. Acabé con la Crisis del Antiguo Régimen que es cuando acaba la sociedad estamental y cuando aparecen las clases sociales en lugar de ser el estamento iglesia, el estamento de la aristocracia y el pueblo llano. Allí acaban las cosas y aparece el poder, pero nada más el poder. El poder municipal, el poder eclesiástico y tal, pero ya no es un estamento sino otra forma de contemplar las cosas, eso fue hacia 1850-1860, luego ya vino el registro civil y los libros de la iglesia no se usaron más para datos.

   Otra cosa que me encantó fue lo que encontré en un verano entero de investigación en Sevilla, en el Archivo de Indias. Allí aparecieron muchos documentos de gente de Balmaseda en América.  Además fui recogiendo datos a medida que iban saliendo en el trabajo de tesis; esa es la base de futuros trabajos.

   Encontré muchísimos materiales de toda esta gente y luego estuve en el Archivo  de Cádiz porque también había balmasedanos allí que tenían negocios. El comercio con América se desplazó de Sevilla a Cádiz en el siglo XVIII y allí tuvieron las casas comerciales etc. y las conexiones con el nuevo continente. Allí descubrí a  los hermanos Urrutia.  Juan de Urrutia es el que hizo la Capilla de la Misericordia en San Severino y era comerciante en Sevilla donde tenía sus negocios.

   Su hermano Sancho, se marchó a América a partir de 1512, y se dedicó a comerciar. Era lo que hoy llamamos un “export–import”.  Contactó en Sevilla con los portugueses, que capturaban negros,  casi a lazo en el golfo de Guinea y los traían a Europa. Aquí, o bien los llevaban ellos directamente a América o se los mandaban a los ingleses en barcos. Me pareció impactante encontrar esa documentación. No porque Juan de Urrutia fuera ni bueno ni malo,  sino porque era un señor de Balmaseda que llevaba esclavos negros a América. De esta documentación salió una ponencia para un congreso en 1994.

   Había personajes muy ilustres de la política española. En el Senado estuve buscando los currículos de los senadores, uno era Martin de los Heros. Fue ministro de Gobernación y luego de Fomento. Más tarde, el  padre Llaguno me dejó un lote de cartas que las tengo ahí,  porque me dijo llévatelas porque si no las voy a tirar;  y las quiero trabajar. Hice un pequeño artículo sobre las guerras carlistas en Balmaseda, pues de todo esto la gente no sabe nada.

 

    (Bromeamos). Ahora daremos a conocer nosotros estas cosas.

   Os voy a nombrar mis representantes legales.

 

    Otro de los personajes que ha trabajado mucho por Balmaseda y tampoco parece que haya sido valorado ha sido…  Txomin Etxebarría Mirones.¿Sois amigos?

   Lo supongo aunque solo he hablado con él dos o tres veces.

 

    Pero sois dos personas que al final, junto con su difunto hermano, sois de los pocos que trabajáis por un mismo fin.

   Sí, pero ellos tienen su forma de hacer la historia. Les gusta mucho recopilar textos y yo ya he dicho cuál es mi trabajo.  En cierta ocasión estuve charlando con él y le dije que se debían citar las fuentes a lo que me contestó que no lo estimaba necesario. Entonces le sugerí que eso eran reportajes más que  historia y se me enfadó bastante.

 

   Teniendo un vínculo, siendo casi como dos centauros del desierto...

   Yo de él no sé nada, sé que se murió su hermano y no sé ni dónde está, ni donde vive. Ha hecho cosas majas la verdad.

 

    Ha sido y es una persona muy trabajadora. Una persona que va sin coche, que trabaja sin ordenador...

Lo sé, lo que ha hecho tiene mucho mérito pero todo es mejorable.  Lo que sí es verdad es que el trabajo que ha hecho no se lo ha valorado nadie.

 

   Además le han apaleado al meterse con el tema de la toponimia, que es un tema que está demonizado.

   Me parece que a veces no se pueden hacer afirmaciones categóricas, se pueden decir las cosas de otra manera.

 

    Txomin lo que dice es que la toponimia o  los vestigios que se tienen no tiene nada que ver con el euskera y eso igual no casa con el espíritu nacionalista que está instaurado en la calle. Seguramente es lo que más problemas le ha dado amén de otros asuntos como lo de los montes bocineros donde afirma que el Kolitza nunca fue un monte bocinero, él lo llama la Colisa.

   Yo creo que no se puede entrar en política en ninguna época. Decir que lo que yo he escrito es política, la gente con la que yo he estado en los cargos están ahí, no se lo puedes quitar pero yo nunca he sabido si eran liberales u otra cosa, yo de eso jamás he hablado nada.

   Decir que el monte Kolitza no es bocinero, puede ser que haya a quien se moleste. Ya lo sé.

 

    Pero tampoco argumentan lo contrario.

   Sí, pero tú podrás decir que según parece se toma por un monte bocinero, yo no estoy de acuerdo pero si lo dice más gente pues será y quedas bien con todo el mundo. Yo creo que es demasiado categórico en sus afirmaciones.

 

    Has estado trabajando sobre Balmaseda pero habrá habido otras cosas.

   He ejercido mi vida de investigadora en Balmaseda y ya cuando me he jubilado me he dedicado a otros temas.

 

   Las guías de viajes por ejemplo.

  Guías de viaje escribo desde hace treinta años. He escrito 25. Y no tengo ninguna. Todas están agotadas.

 

    ¿Cómo elijes los sitios?

   Yo no los elijo, fueron los de editorial Everest los que contactaron conmigo.

 

    Vamos, que has trabajado sobre encargo.

   Sí, por dos pesetas, no sé si pagaban 10 céntimos por cada línea o algo así.

 

    ¿Se cotiza por línea?

   Tiene que ser 25 líneas de no sé cuántos caracteres y ya está. Ellos se quedan con los derechos, con todo. Los de Everest contactaron conmigo porque estaba en Deusto y alguien les habló bien de mí.  Elaboré varias guías. La de Vizcaya fue la primera que escribí. Luego me sugirieron una  de rutas por el País Vasco que me llevó un año, porque cada lugar y cosas estaban contrastadas y con mapas.

La guía de Balmaseda la sugerí yo, coincidiendo con el centenario. Luego me encargaron la de Bilbao y la  de Gernika. Más tarde hice otra más elegante con el Guggenheim por fuera y luego ya se cortó la relación.

   A estos les sugerí que no había ninguna del País vasco. (Nos muestra la que hizo). La podéis haber visto con otra portada porque hay una del 2001 y otra que se hizo más tarde, pero ya no la hacen, ahora se dedican a otro tipo de cosas y ya no las reeditan. Contiene 27 rutas.

 

    Esto tiene un gran trabajo.

   Como he dicho, un año nos llevó. Eduardo y yo con el coche tomando notas “in situ”, contando y contrastando el patrimonio, los paisajes, todo lo de interés turístico.

 

    Por lo que vemos es importante tener apoyo en casa.

   Siempre, mi marido es mi fan número uno de toda la vida. Suele decir: ¡ya sé que voy de escribano! Luego elabore “Descubriendo la Prehistoria Vasca”  para una editorial de Donostia. También les propuse hacer una guía de turismo religioso ya que hay mucho patrimonio y cultos. Pero al final la editorial quebró y todo quedó en nada.

    Deberíais hacer un archivo bibliográfico de todo lo que haya por el mundo relacionado con Balmaseda.

 

    Una de las personas que también entrevistamos es Xabier Etxebarria y se ha dedicado a viajar por el mundo y a recopilar obras de arte. Tiene la idea de hacer una fundación en Balmaseda.

   Se puede hacer un museo de arte contemporáneo. ¡Pero si se pueden hacer cientos de cosas! Si las cosas hubieran salido bien cuando el centenario, una de las cosas que yo propuse y tenía cuatro personas importantes detrás, era hacer la fundación de las Encartaciones, que aquello estaba dejado de la mano de Dios. Hice el proyecto de un plan de Turismo de las Encartaciones y se pusieron hechos una fiera.

 

   Volviendo a Balmaseda y en relación a la Historia. Se sigue realizando la representación que se inició contigo por el mercado medieval, cada vez representando un capítulo de la historia. Como acceden a esos pasajes si los dos caminos más viables que podéis ser Txomin y  tú están cerrados.

   Alguien les dirá. Yo le di la idea y le deje libros a un hijo de  un amigo nuestro, que es guionista de cine y  que escribió  un estupendo  gui´ñon en mes y medio. Con aquel guión se hizo la representación el 24 de Enero de 1999.

 

    ¿Quién es? 

   Gorka Luzuriaga. A su padre Juan Ramón, pintor vasco muy  reconocido, lo  lleve para hacer de jurado en el concurso de pintura al aire libre.

 

   Eso también se sigue haciendo.

   Si yo ya sé que mis ideas siguen. Pues como os decía, Gorka Luzuriaga redactó y creó la representación en mes y medio y no cobró nada. Pero… un día pasó por Balmaseda y dijo: yo tengo el copyright de esto, si alguna vez hacen algo avísenme, yo no digo que me vayan a pagar pero por lo menos avísenme. Obviamente nunca se le avisó.  Entonces lo que han hecho es no poner el guión entero y hacer trocitos. Es lo que han hecho. Y me imagino quien es el  nuevo autor.

 

    Cuando se hace la representación siempre hay una persona que sale que es Txipu que es el que da una referencia histórica de lo que se va a presentar.

   Txipu era muy amigo mío, siempre me apreció mucho. Era profesor del instituto y me llamó para dar una conferencia. (Nos muestra orgullosa un recuerdo conmemorativo. Es una paloma dorada con la inscripción en la peana que dice  “A Dña. Julia Gómez Prieto en agradecimiento por su colaboración en el 25 aniversario del Instituto de Bachillerato de Balmaseda.” ) Fijaos que cosa más bonita, la tengo siempre puesta en mi despacho.  Y Txipu me apreciaba mucho porque su padre fue el auxiliar que tenía papá en el juzgado, Jesús Galicia Ibargüen.  Y se llevaban muy bien.

 

    Es un referente cultural en Balmaseda.

   Ya me gustaría contactar con gente así como Txipu o Donato.

 

    A Txipu si le han dado ese premio de balmasedanísimo, es una persona muy implicada en todos los temas culturales.

   Siempre ha sido además una persona encantadora y culta.

 

    ¿Has visitado el museo de boinas?

   No, todavía no. Conozco los edificios antes de ser museo  porque con Rosa Diez les conseguimos diez millones para el proyecto.

 

    Rosa Diez barrería para casa.

   Sí,  todo lo que fuera las Encartaciones…

 

   Para finalizar quieres añadir algo más. 

   Para cerrar con  broche de oro esta entrevista añado la “cariñosa” despedida del Secretario de la Comisión del Centenario, Joseba Mirena Zorrilla Ibañez, que el año 1999 salió elegido alcalde: ¡total Julia lo que tú haces, lo hace cualquiera! Eso sí que es inteligencia,  educación, agradecimiento y buen hacer.

   Y ya termino, dándoos las gracias por la atención que me habéis dedicado y saludando a los balmasedanos de pro, que creyeron y aún creen en mi y en mi trabajo. Esa es la auténtica Balmaseda por la que merece la pena proseguir mi tarea. Muchas gracias a todos.

 

Con estas referencias a diversos personajes, se acaba nuestro tiempo para la entrevista. Una entrevista que nos acerca a un personaje con letras mayúsculas en relación a la cultura en Balmaseda: Julia Gómez Prieto, historiadora de la villa desde 1973.

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